Carozzi contra Lucchetti, Nestlé versus Soprole, Entel contra Claro. Son algunas de las batallas que se han librado este año al interior del Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (Conar), tribunal privado que zanja las denuncias por malas prácticas en publicidad. En el caso de las pastas, la demanda la interpuso Carozzi contra el nuevo etiquetado de los productos de su competencia, en el que se señalaba bajo un sello del INTA que sus tallarines tenían “bajo índice glicémico e insulínico”. Según el alegato de Carozzi “todas las pastas elaboradas en base a trigo duro tienen bajo índice glicémico e insulínico y son naturalmente bajas en grasa” por lo que Lucchetti no agregaba nada nuevo. Conar acogió el reclamo y ordenó cambiar el etiquetado. Caso similar ocurrió con Soprole, tras la queja de Nestlé se le pidió retirar la publicidad UNO, ya que su eslogan “inmUnolízate” daba a entender que ofrecía inmunidad contra enfermedades. Soprole se defendió diciendo que “inmUnolízate” es una palabra de fantasía que no genera confusión. En otro ámbito, Entel PCS -a través de la agencia McCann-Erickson- reclamó a Claro por promocionar móviles “evolución 4G”, dando a entender que disponían de esta tecnología, que aún no llega a Chile. El tribunal le dio la razón.