En su libro Con la fuerza de la Libertad (Editoral Planeta-La Tercera), el senador Jovino Novoa menciona en reiterados pasajes a Eugenio Tironi. Quizás por lo mismo invitó al sociólogo ligado a la Concertación para que presentara el texto, el jueves pasado, en la Centro Cultural de Las Condes. Las alusiones, en todo caso, no son precisamente elogiosas con Tironi. Novoa cita sus columnas para demostrar que “son pocas las voces que se escuchan para defender la estabilidad institucional y la economía social de mercado”.
En esa línea, el ex presidente de la UDI recurre a un escrito donde Tironi comparó el malestar, que según él, reina en el Chile actual, con el que sentían los jóvenes franceses durante los enfrentamientos de mayo del 68. Tras ello, Novoa afirma: “Más que intentar explicar el malestar, Tironi parece interpretar la realidad teñida por la propia subjetividad, traspasando su nostalgia revolucionaria a las nuevas generaciones”. No se detiene ahí. El senador por Santiago apunta al sociólogo por las críticas que éste ha formulado al sistema capitalista, sobre todo en relación a lo que Tironi ha denominado como “capitalismo de triquiñuelas”, ese que buscaría, según él, engañar a los consumidores. Novoa le responde en duros términos: “Es a lo menos extraño que esto lo afirme un empresario exitoso del ámbito de las comuniaciones. Lo insólito es que las críticas a los abusos del empresariado no son extensivas al Estado por su deficiente rol regulatorio...”.
Pero Tironi también hizo lo suyo. En el texto que preparó para presentar el libro de Novoa, no dudó en aplicar con fuerza su propia artillería. Aseguró que no encontró en la publicación un pensamiento que se haga cargo de la experiencia vital de los chilenos de hoy ni que tenga la garra para ganar -como pretende el autor- la batalla por las ideas. En la misma lógica, aseguró que algunos pasajes del libro le recuerdan a esos “viejos comunistas españoles que decían que se estaba mucho mejor contra Franco”, y que al parecer “Novoa estaba “mejor contra la Concertación que en el gobierno de Piñera”. En esa lógica, Tironi sostuvo que las ideas cuando son buenas pierden su dueño, pues todo el mundo las abraza. En cambio cuando son malas necesitan de alguien que las defienda y pregone. Con respecto al empresariado, el sociólogo le agradece que lo tildara de “empresario exitoso”, pero le retruca que no lo hace menos empresario constatar que existe un “capitalismo de triquiñuelas”. Por último, Tironi se preguntó ¿cuál es el problema con el malestar y por qué tenerle tanto miedo? Tras cartón, arguyó que el malestar conlleva a la rebeldía y la innovación y que todos quieren más de esto, por lo menos en los jóvenes.