Hasta el momento, sus trabajadores se encontraban en el mismo Ministerio de Educación. Sin embargo, la recién creada Superintendencia del ramo -que nació luego de las críticas ciudadanas de 2011 a la calidad del sector- está próxima a debutar en un nuevo hogar.

Con el fin de mantenerse de manera separada del ministerio, la entidad fiscalizadora -comandada por Manuel Casanueva- abrirá sus oficinas propias en abril, en el terreno que ocupara el diario El Mercurio hasta 1983, en el conocido Palacio Larraín Zañartu, en pleno corazón de Santiago. En el lugar hoy funciona un centro comercial y una torre de oficinas, la que acogerá a la Superintendencia.