El desfile del  Regimiento “Esmeralda” de Antofagasta el pasado 20 de febrero en Salta fue la última gestión política realizada por Adolfo Zaldívar, quien falleció la madrugada del pasado martes, tras luchar durante un año con un cáncer al páncreas. Como una forma más de integración entre ambos países -que fue su obsesión durante sus últimos años-, el embajador de Chile en Argentina gestionó personalmente la participación de los militares chilenos en la celebración de los 200 años de la batalla de Salta, donde el ejército argentino al mando del general Manuel Belgrano derrotó a las tropas realistas, dando un paso  clave para su independencia, proclamada tres años más tarde, el 9 de julio de 1816.

Una semana antes de morir, el ex senador y presidente de la DC monitoreó personalmente desde su casa en Vitacura la  participación del batallón de Infantería “Esmeralda” en la ciudad de Salta, también conocido como el Séptimo de Línea. Fue justamente hace un año cuando Zaldívar comenzó a sentir los primeros síntomas del cáncer, luego de cruzar la frontera chileno-argentina a caballo junto al  gobernador de San Juan, José Luis Gioja. El embajador llegó a Santiago con fuertes dolores abdominales, por lo que su esposa, María Alicia Larraín, lo obligó a ir al médico. Luego de algunos exámenes, el diagnóstico fue tumores en el páncreas, ante lo cual Zaldívar decidió operarse inmediatamente. Tras la extirpación del 70% del páncreas, vinieron las quimioterapias, que se vieron interrumpidas a fines del 2012 a raíz de su débil estado.