Tras el fallido golpe de Estado que lideró el 4 de febrero de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez, el recién fallecido mandatario venezolano, Hugo Chávez,  visitó Santiago, donde no fue bien recibido por la izquierda extra concertacionista y menos por los partidos de la Concertación. En pleno gobierno de Patricio Aylwin el desconocido militar fue considerado un golpista, por lo tanto persona non grata. Quien sí lo recibió en esa oportunidad fue el entonces director de la revista quincenal chilena de izquierda Punto Final, Manuel Cabieses Donoso (en la foto), quien le realizó una extensa entrevista, quizás la primera de un medio chileno a Chávez. Desde aquel momento, Cabieses y Chávez forjaron una estrecha y desconocida  amistad que se mantuvo hasta el día de su muerte. Para muchos personeros de izquierda, el periodista fue la persona que más conoció al fallecido mandatario, quien lo invitó a su país en más de diez oportunidades, incluyendo todos los procesos eleccionarios venezolanos.