Desde que Mega empezó a transmitir Pablo Escobar, el patrón del mal, al embajador de Colombia en Chile, Santiago Figueroa, le hablan constantemente de la serie. A cada cóctel que va, a cada seminario que asiste, incluso, en el último Icare, las personas se le acercan y le preguntan por Pablo Escobar y le piden que les cuente cómo era vivir en Colombia durante ese período.
Quienes lo han interrogado cuentan que responde pacientemente, aunque no deja de estar sorprendido, pues no imaginaba el impacto que iba a tener la serie en nuestro país. En esas conversaciones, Figueroa ha opinado que la serie es una gran producción televisiva, aunque luego recomienda -a quienes quieran mayor información - leer La parábola de Pablo, libro en el que está basada la serie. Sus comentarios siempre finalizan con una reflexión sobre cómo Colombia logró superar esa dolorosa etapa y se transformó en el promisorio país que es hoy.