Por quepasa_admin Marzo 28, 2013

Un importante desafío se acerca para las empresas del rubro vitivinícola: el proceso de certificación de sustentabilidad, que este año se realizará nuevamente. El grupo Belén -brazo agroindustrial de empresas Juan Yarur y que incluye a las viñas Morandé, Vistamar y Tirazis, entre otras- fue el primero en cumplir con los requerimientos que se evaluarán este año. Logró la certificación de sustentabilidad no sólo en cuanto a sus viñedos, sino también en relación al trabajo realizado en sus bodegas y en su relación con la comunidad. 

La gran mayoría de las grandes viñas chilenas deberán seguir este proceso durante junio, el que es administrado por Vinos de Chile y el Consorcio del Vino. La acreditación, que comenzó en 2011, otorgó certificados a 29 viñas, pero sólo en la llamada área “verde”. En los próximos meses esta área deberá ser recertificada y se certificarán por primera vez la llamada área roja, las bodegas, y el área naranja,  que se refiere a aspectos más globales de la empresa, como su trato con los trabajadores y la relación con la comunidad donde se encuentra la empresa.

Estas certificaciones hoy son requisito para que los vinos chilenos entren en Suecia y se espera que sean una exigencia cada vez más común en el Primer Mundo. A su vez, algunos distribuidores -como Tesco, la cadena de supermercados más importante del Reino Unido- también la exigen. “Ahora, que han desaparecido las barreras arancelarias, son las barreras paraarancelarias las que debemos superar”, explica una fuente del rubro.

En el caso del grupo Belén, la obtención de la certificación implicó una serie de medidas, que van desde el uso eficiente del agua y la electricidad hasta la aplicación de una serie de principios éticos sobre la relación con  los proveedores.

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