Pasar de ser un almacén de barrio a una multiempresa. Eso es lo que decidieron hacer, hace 17 años, varias ferreterías pequeñas que intentaban sobrevivir en el nuevo -y adverso- escenario: cuando comenzaron a competir con grandes operadores, como Home Depot.

Fueron 12 las firmas pioneras: El Metro, en la Alameda; Antofagasta, en Santiago Centro; y Ferretería Noriega en San Diego, entre otras, que se asociaron bajo el nombre de Chilemat. Con el tiempo, se sumaron varios locales regionales, como Dimaco en Constitución.

Hoy suman 46 accionistas y hay 124 locales en todo Chile. Si bien comenzaron facturando US$ 40 millones, hoy las ventas anuales se empinan a los US$ 300 millones.  

Su crecimiento ha sido foco de atención para grupos de ferreteros argentinos y colombianos, los cuales han imitado la fórmula: “Renunciar a lo individual, bajo una administración autónoma”. Hasta allá fueron representantes de Chilemat con el fin de aportar el expertise para su implementación. En Guatemala y Perú ya hay varios interesados en replicar el modelo. El próximo lunes aterrizará en el país una delegación mexicana que quiere conocer de primera mano el proyecto chileno.