Una particular forma de enseñarles a andar en bicicleta a sus hijas ha adoptado el empresario Christoph Schiess, dueño del Hangaroa en Isla de Pascua.
Montado arriba de una bicicleta antigua o velocípedo, el empresario dio vueltas alrededor de las calles de Vitacura, mientras era secundado por sus hijas. La historia de esta particular bicicleta se remonta a un año atrás, cuando Schiess recorría el galpón de anticuarios en el Parque de los Reyes. En esa oportunidad, el empresario vio la bicicleta y preguntó si servía. El vendedor le dijo que la probara, y Schiess dio una vuelta a la manzana y decidió comprarla. Luego de restaurarla, el dueño de Transoceanica decidió usarla durante los fines de semana.