Por quepasa_admin Mayo 2, 2013

Cada mañana que Krishna Muñoz llega a la Escuela Hernando de Magallanes en Punta Arenas, a sus padres les llega un mensaje de texto. En la entrada del establecimiento hay un tótem, parecido a los que hay en los centros de atención a clientes, donde los alumnos acercan su tarjeta al llegar.

Esta tecnología fue proporcionada por Telefónica, que bajo el programa “Colegio del Futuro” planea construir una red de escuelas con alta tecnología en las salas de clases, que mejore el rendimiento de los alumnos.

La alimentación, por ejemplo, también puede ser monitoreada. A través de un portal web, cada vez que el estudiante acude al casino, la información del menú que escogió es enviada al sitio, el cual puede ser revisado por los padres.

La experiencia  partió en 2012 en el Colegio IDOP de La Cisterna, cuyos alumnos han mejorado en ocho décimas sus promedios. Pero en Punta Arenas el desafío va más allá de mejorar los promedios.  La Escuela Hernando de Magallanes tiene a 92 alumnos con algún tipo de discapacidad, ya sea cognitiva o en el movimiento. De ahí que además de los computadores, pantallas electrónicas y tecnología en los accesos, en los pasillos del colegio se pueden ver dispositivos con tecnología cinética.

Krishna, alumna de 5° básico y con trastorno psicomotor, es una de las beneficiadas. En una de las aulas ella parece

 estar jugando, pero en realidad la pantalla reconoce sus movimientos y le exige al mismo tiempo realizar destrezas que ayuden a soltar sus articulaciones.

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