Evelyn Matthei comiendo empanadas fritas junto a Laurence Golborne, el martes a mediodía en el Mercado Central, fue otra de las imágenes que terminó por sepultar la opción presidencial de Andrés Allamand. La gestión realizada por Joaquín Lavín buscó fortalecer la candidatura de la ex ministra del Trabajo en los momentos que la directiva de RN intentaba desesperadamente subir otro candidato.

Para Lavín y para la UDI la presencia de Golborne en la campaña presidencial es clave. Por ello, el propio diputado José Antonio Kast, candidato al Senado por Santiago Oriente, ofreció al ex ministro de Obras Públicas cederle su cupo.

En un principio, y según fuentes de la UDI, la respuesta de Golborne fue que prefería enfrentar a Andrés Allamand en Santiago Poniente, proponiendo un enroque con su amigo Pablo Zalaquett. Sin embargo, rápidamente la directiva del partido lo descartó, ya que sería vista como una nueva acción hostil hacia Allamand, que sólo perjudicaría a Matthei en los momentos que ella busca la unidad del sector.

El anunció de Golborne de volver a la primera línea sería inminente. Incluso su equipo de colaboradores más cercanos ya se encontraría alertado.

“Sería el cuarto candidato que me ponen (Ena von Baer, Iván Moreira, Kast y Golborne). A mí me da lo mismo quien sea, además representamos derechas completamente distintas con Golborne”, señaló el candidato de RN Manuel José Ossandón el miércoles en Vía X, oportunidad en que reflotó el caso del alza unilateral de tarjetas y las platas en las Islas Vírgenes, que sepultaron la campaña presidencial de Golborne a fines de abril.