El lunes pasado, apenas cuatro días después de dar a conocer la encuesta del Centro de Estudios Públicos, se conoció la salida de Carolina Segovia, la experta que estaba hace nueve años a cargo del respetado sondeo. La versión oficial fue que la renuncia estaba pactada hace más de un año, y que en ella no influyeron las críticas por la última medición, que inició su trabajo de campo cuando Pablo Longueira era candidato y lo continuó tras su renuncia y el ascenso de Evelyn Matthei.
Sin embargo, hay otra versión que habla de que el detonante de la renuncia de Segovia fue algo específico: las fuertes diferencias que tuvo con el Comité de Opinión Pública del respetado centro de estudios en torno al sondeo, y que es integrado -entre otros- por Eliodoro Matte, Leonidas Montes, Jorge Cauas, Enrique Barros, Vittorio Corbo, Carlo Solari, Wolf von Appen y el director interino de la entidad, Lucas Sierra.
El grupo había sido el que sacó una declaración poco después de la renuncia de Longueira aclarando que el sondeo se mantendría, pero quitando las preguntas cerradas para la elección presidencial, algo que fue criticado desde la derecha.
De acuerdo a ese relato, el conflicto se dio en la reunión del viernes 23 de agosto, una semana antes de dar a conocer la encuesta. En ese encuentro, Segovia se habría molestado por observaciones hechas por el comité sobre ámbitos que eran de su responsabilidad. Las diferencias escalaron y la investigadora presentó su renuncia en la misma cita.
Tras la sorpresa inicial de los presentes, el tema pasó a un aspecto práctico: había que convencer a Segovia de que diera los resultados de la encuesta el jueves, pese a que ya estaba renunciada. Las gestiones se extendieron durante la semana, y finalmente se logró un acuerdo.
Aunque en el CEP no quisieron referirse a la discusión, sí confirmaron que la salida de Segovia se adelantó: ella había avisado que se iría, pero a fin de año y una vez finalizada la última encuesta de estas elecciones, programada para octubre.