Dos antiguas casonas, emplazadas en pleno centro de Santiago, están siendo restauradas para convertirse en el “Paseo Del Sereno”, un espacio destinado a ser un centro comercial y cultural.

Corría el 2009, cuando el constructor civil  Santiago Urzúa caminaba por calle Compañía, entre Teatinos y Morandé, cuando se detuvo frente a dos antiguas casas de 1870-1900, en muy mal estado. Siempre había soñado con invertir en patrimonio nacional, por lo que decidió comprarlas: el Club Domingo Fernández Concha -otrora Club de Señoras Delia Matte- y  la ex Casa Goycoolea, para desarrollar un proyecto de rescate patrimonial. La primera construcción era propiedad del Arzobispado de Santiago y la adquirió a través de una permuta: él entregó a los sacerdotes una parcela en La Reina a cambio del inmueble. La otra casa la compró directamente a su dueño, la familia Goycolea. 

Urzúa cuenta que éste en un proyecto en el que están involucrados él y sus siete hijos, a través de la Inmobiliaria Angostura. “La idea es generar un refugio que favorezca la difusión de nuestra identidad chilena y latinoamericana, a través de un centro comercial, turístico y cultural”, comenta. La empresa española Moguerza, especialista en patrimonio, está a cargo de la restauración de las fachadas, y Rodrigo Pérez de Arce y OWAR Arquitectos se preocuparán de mantener las dimensiones y altura de la época de los salones y de conectar peatonalmente Compañía con Catedral a través de patios interiores. La inversión será aproximadamente de $4 mil millones, siendo el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes quien aportó importantes recursos. El proyecto considera, en una primera etapa, 1.000 m2 de patios, 3.500 m2 construidos para renta de locales, centro de eventos y oficinas, y esperan inaugurarlo dentro de un año.