La semana pasada, entre el 9 y 13 de septiembre se realizó en Zambia la cuarta reunión de estados partes de la Convención de Oslo que prohíbe las municiones en racimo. En la oportunidad, el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, a través de un saludo en video, anunció la destrucción de las últimas municiones en racimo que tenía el Ejército, culminando este proceso y dejando libre a Chile de dichas bombas. “Para mi país, el respeto al derecho internacional, el resguardo y promoción de los derechos humanos y la responsabilidad de cooperar como concepto orientador para abordar riesgos de alcance global, conforman principios inherentes a la política exterior de Chile y, consecuentemente, con su política de defensa”, señaló en el saludo el ministro.
Hinzpeter destacó que la destrucción total de este armamento se realizó cinco año antes de los plazos establecidos en la convención, ratificada por Chile el año 2011. Y que existe intención de prestar apoyo en labores similares a otros países miembros de este pacto.