Asiduo a The Economist desde sus tiempos como estudiante en Estados Unidos, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, lee de punta a cabo todas las ediciones del semanario británico. De ahí que en la edición del 12 de octubre le llamara particularmente la atención un artículo titulado “The gated globe”, que comentaba el tema del control de capitales, una discusión económica muy en boga entre los economistas del mundo. El reportaje establecía que esta política ha encontrado “respetabilidad en el mundo emergente, ya que ayuda a aislar a los países... de los flujos de dinero caliente desestabilizadores”. Larraín, sin embargo, difiere de esta opinión y así lo manifestó en una carta que la revista publicó en su edición del 2 de noviembre. En ella, el ministro asegura que “es cierto que Brasil, Corea del Sur, Indonesia y Tailandia los han aplicado. Sin embargo, otros países como Chile, Colombia, México y Perú no los tienen, porque hay serias dudas sobre sus supuestos beneficios”. Según Larraín “los controles tienen poco efecto en el tipo de cambio y aumentan el costo del capital para las empresas y los individuos”. A continuación se refiere al proteccionismo al que alude el artículo y asegura que Chile ha liberalizado aún más su comercio en los últimos años. “Tenemos TLC con 60 países que cubren el 90% de nuestro comercio y un arancel de importación promedio por debajo del 1 %”, remata.