Pese a que el PRI fue el último proyecto político del que estuvo preocupado Adolfo Zaldívar antes de morir el 27 de febrero pasado, los hijos de su primer matrimonio -Adolfo y Ana María- decidieron desvincularse de esta colectividad y comenzar a trabajar en la DC, partido del cual fue  expulsado en 2007 por su rol como senador “díscolo” durante el gobierno de Bachelet.

Considerando que su padre militó 40 años en la falange, los hijos del ex senador buscan reivindicar su figura al interior de la colectividad y reactivar el llamado sector “colorín” de la DC. Para ello, ya han tenido conversaciones con diputados y dirigentes cercanos a su padre, como Fuad Chahín.

Paralelamente, los abogados Hernán Bosselin y Ramón Briones -dirigentes históricos del sector “colorín” al interior del partido-  tras una serie de conversaciones con Víctor Maldonado e Ignacio Walker se reintegrarán esta semana a la Democracia Cristiana. También se negocia el regreso del senador electo Pedro Araya y la diputada Alejandra Sepúlveda.