Felipe Cubillos quería inventar un producto para “honrar simbólicamente” a los jóvenes que habían salido a ayudar tras el terremoto del 27/F. Así surgió la idea de crear una bebida energética que, por un lado, permitiría publicitar la fundación, y por otro, obtener recursos. La bebida se llamaría Desafío Energy Drink y el eslogan “a mí sí me importa donde pongo la energía”. Tras el accidente en Juan Fernández, el equipo de Desafío Levantemos Chile decidió concretar la idea: se elaboró una fórmula y se mandó a fabricar a China. Llegó la primera importación del producto y su marcha blanca fue un éxito. El jueves fue el lanzamiento oficial, a cargo de Fernando González.