Los ministros Gabriel Ruiz-Tagle (Deporte) y Carolina Schmidt (Educación) se adelantaron a sus compañeros de gabinete y fueron los primeros en reunirse con sus sucesores y hacer un “traspaso formal” de la cartera, tal como se los había solicitado el presidente Sebastián Piñera.

El lunes 17 de febrero, los noticiarios mostraron el final de la reunión de 45 minutos entre Ruiz-Tagle y Natalia Riffo, donde el ex presidente de Blanco y Negro despedía a la sicóloga entregándole un ramo de flores. “Gracias, qué amable”, le agradeció la futura ministra.

Dos días después, la televisión mostró en directo a Nicolás Eyzaguirre llegando en  Metro al Ministerio de Educación, y luego el final del encuentro, que duró casi  cuatro horas, en que la ministra le entregaba una caja de bombones a su sucesor.

La distendida actitud de sus ministros no fue del agrado de Piñera, quien pidió a Andrés Chadwick que explicara al gabinete que las citas bilaterales entre  secretarios de Estado salientes y entrantes debían ser estrictamente de trabajo y no transformarse en instancias sociales. Así lo comunicó el ministro del Interior a través de un irónico mail que envió el viernes pasado al resto de los ministros.

Esta semana, tras el llamado de atención, la formalidad caracterizó las reuniones, que en promedio duraron dos horas. No obstante, algunos ministerios como Trabajo, Energía  y  Salud han debido agendar más de un encuentro de trabajo.