Alejada de toda formalidad fue la invitación que recibieron más de 500 ex funcionarios de gobierno. Con el fin de celebrar el término del mandato del presidente Sebastián Piñera, la familia del ex mandatario ofreció el martes una fiesta en los jardines de su casa, ubicada en San Damián.

La invitación ya hacía presagiar que sería un evento más bien casual. “Sólo tienen que llevar ganas de pasarlo bien y de bailar hasta que las velas no ardan. Total, al día siguiente estaremos desocupados. ¡Es sin pareja!”, era el mensaje del correo electrónico que recibieron los convocados.

La fiesta, que se extendió hasta las 4 a.m. y a la cual asistieron unas 350 personas, fue cita obligada de ex ministros y algunos políticos, como Pablo Longueira. Tras un cóctel, la música -mayoritariamente onda disco- se apoderó de la noche, salvo con dos interrupciones: la primera con un video con los mejores chascarros del mandatario durante los cuatro años en La Moneda. Luego vendría la segunda interrupción, cuando el ex presidente tomó el micrófono y contó una anécdota.

Piñera relató que uno de sus hijos le había dicho que ellos deberían ser como los Bush: primero el padre y luego el hijo al mando de la nación. Este relato fue interrumpido por Cecilia Morel, quien acotó que mejor había que ser como los Kirchner, para gobernar en matrimonio.

La acotación, que sacó carcajadas, fue seguida por el comentario de Miguel “Negro” Piñera, quien dijo que es mejor gobernar como en Cuba, con ambos hermanos en el poder. Sebastián Piñera, entre risas, remató diciendo que la mejor fórmula es gobernar como lo pretendía Chávez, es decir, para siempre.