Dos actividades clave tenía agendadas el Superintendente de Casinos, Renato Hamel, para esta semana. El martes, participaría en el consejo resolutivo que inicialmente resolvería la adjudicación del casino de Chillán, en el que compiten Marina del Sol y Boldt-Peralada; y el miércoles, en tanto, oficiaría de dueño de casa —según el mismo programa elaborado por la Superintendencia del ramo— en un seminario por la celebración de los diez años de la industria de casinos en el ex Congreso Nacional.

Sin embargo, su destino fue otro. A comienzos de semana se sumó a un viaje a China para atraer inversiones al país. Lo conveniente del periplo causó suspicacia en el sector. El lunes, El Mostrador públicó un extenso reportaje, en el cual cuestionaba el actuar de la autoridad en el trabajo de asignación del casino de Chillán, y revelaba la injerencia de la DC en el proceso, que aún no logra concluir.

Al otro día, Hamel partió rumbo a China, justo cuando se reuniría el consejo resolutivo, presidido por el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, oportunidad donde, justamente, podría haber sido increpado por los hechos denunciados por el reportaje.