“Tribunal Constitucional: el dedo del Senado”. Bajo ese título, el abogado Enrique Rajevic publicó una columna de opinión el 15 de enero pasado, donde expuso una visión crítica sobre el rol que juega la Cámara Alta en los diferentes procesos de designación de autoridades del Estado, incluido el del contralor, cargo para el que su nombre fue sondeado por el gobierno entre los senadores.
El lunes, el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Alberto Hurtado y actual asesor del Ministerio de Vivienda contaba con la anuencia de un gran número de senadores, tanto del oficialismo como de oposición, pero durante la tarde del martes el escenario cambió por completo en la Cámara Alta y perdió el respaldo, convirtiéndose en el séptimo intento fallido de La Moneda.
Esto, debido a que entre los parlamentarios comenzó a circular el artículo de Rajevic publicado en El Mostrador, donde el abogado compara los procesos chilenos con el “rigor” con que el Senado de Estados Unidos realiza sus designaciones. “La puntería del dedo senatorial no es infalible, por desgracia, y la forma de operar revela, más bien, la desconexión entre los partidos y la sociedad (...) y la priorización de la lealtad de los nombrados por sobre sus atributos duros y la legitimidad social del proceso”, versaba el artículo de Rajevic.