Siete meses se demoró el Ministerio de Salud en cambiar de parecer. En septiembre, la cartera acordó con la Fundación Las Rosas retomar los aportes económicos que le hacía anualmente y que había suspendido en 2013. Sería un subsidio de $ 288 millones para 2015 (de octubre a diciembre) para ayudarles a cubrir los costos médicos en que deben incurrir en la atención a los adultos mayores, y de $ 1.600 millones para 2016. La reactivación del convenio fue un motivo de alegría para la fundación. Sin embargo, la felicidad duró poco y nada. Hace algunas semanas, el Minsal cambió el discurso: ya no podría aportarles de manera automática, sino que tendrían que participar en un proceso de licitación, junto a otras organizaciones, como el Hogar de Cristo. La molestia del capellán de la fundación, Andrés Ariztía, no se hizo esperar. El miércoles remitió una carta a todos los parlamentarios, contándoles la situación y pidiéndoles ayuda para mantener el convenio.
Las volteretas del Minsal frente a la Fundación Las Rosas
Hace algunas semanas, el Minsal cambió el discurso: ya no podría aportarles de manera automática, sino que tendrían que participar en un proceso de licitación, junto a otras organizaciones, como el Hogar de Cristo. La molestia del capellán de la fundación, Andrés Ariztía, no se hizo esperar.