“Les dije, mira este es un tema de pago. Yo no me voy a calentar la cabeza, porque si yo hablo, la viejita tiene que renunciar inmediatamente le dije yo. Igual que la cara de raja de la Compagnon le dije. Así que a mí no me busquen…”.
Esto es parte de una de las conversaciones que se pueden leer en las más de 140 páginas de un dossier de Carabineros sobre las interceptaciones al teléfono celular de Juan Díaz, el gestor inmobiliario de Caval, quien está formalizado en la principal arista del caso por soborno, ventajas indebidas del síndico de quiebras y delitos tributarios. Del documento, en el que se registran las conversaciones realizadas por el imputado y reconocido operador político de la UDI entre mayo y agosto de 2015, se desprende la estrategia con la que Díaz ha enfrentado el caso. Y su primera prioridad era, simplemente, cobrar los dineros que, según él, le adeudaba Caval: $ 800 millones por la gestión inmobiliaria, $ 300 millones por la gestión en favor de la planta de CCU en Quilicura, y otros $ 46 millones que, de acuerdo a su testimonio, le facilitó a Natalia Compagnon, socia de Caval junto a Mauricio Valero y nuera de la presidenta Michelle Bachelet. Según lo que se puede leer en los archivos a los que tuvo acceso Qué Pasa, Díaz amenazó con hablar todo lo que sabía si no recibía el dinero o parte de él.
“Voy a tener que a tirar todos los huevones por el tobogán, no me queda otra”, dice en una conversación con un interlocutor no identificado captada, el 1 de junio de 2015 a las 10 de la mañana con ocho minutos, en la que agrega: “Y voy a tirar todos los correos falsos, poh huevón, todos, todos. Yo voy a tirar todo porque a mí no me quieren pagar”.
En otra conversación —con otro hombre no identificado—, registrada el 14 de mayo, Díaz señala cómo Natalia Compagnon se refería, supuestamente, al rol de Michelle Bachelet en la trama: “Acuérdate que ella me dijo que el crédito lo iba a sacar la suegra. Quédate tranquilo me decía”.
Juan Díaz, conocido como “Gatito”, también intentó cobrar la supuesta deuda de CCU por el lado de Andrónico Luksic. Por lo mismo decidió acercarse al abogado Hugo Rivera, a quien llamó en reiteradas oportunidades, hasta que fue contactado por otro profesional de la oficina de Rivera, Sergio Bunger. A este, Díaz le dice: “Nosotros fuimos contratados por la señora Natalia Compagnon para hacer una regularización en la CCU y ella usó todo nuestro trabajo para ella cobrar en la CCU, pero ella no hizo ningún trabajo y a nosotros nos quedó debiendo ese dinero”.
Los últimos movimientos de Díaz, sobre quien el CDE apeló a la rebaja del arresto domiciliario total, fueron cobrar dos cheques por los $ 800 millones adeudados por Caval (los que fueron protestados) y sus declaraciones ante el fiscal Moya, quien las guarda con absoluta reserva.
