Fue un proyecto que mantuvieron en carpeta durante varios años. Esperaron estabilidad política y económica. Hasta que el año pasado decidieron levantarlo.
No fue fácil: hubo que cambiarlo varias veces de lugar, por las numerosas ruinas que encontraron en las excavaciones.
Está en marcha blanca hace un mes, y el 7 de julio, el mismo Pedro Ibáñez, ideólogo y dueño de los hoteles Explora, lo inaugurará en grande, con ofrendas y ritos incaicos, acumulando así un nuevo destino de los Explora que ya existen en San Pedro de Atacama, la Patagonia e Isla de Pascua.
El hotel, que fue diseñado por José Cruz, está ubicado a una hora y media de Cuzco, en Salabella, una de las haciendas más antiguas del valle sagrado. Por lo mismo, la idea es preservar las tradiciones del lugar. Por ejemplo, mantendrán las plantaciones de maíz, antes que levantar jardines.
Tal como dicta la filosofía Explora, la idea es potenciar las exploraciones, que incluyen lugares totalmente desconocidos del valle, con una geografía única, además de la visita de zonas de pastores y artesanos, donde la gente aún habla mayormente quechua. El plus: los guías son, casi todos, nacidos en la zona y operan bajo el lema “el valle sagrado de Explora”.