La noche del miércoles, Michelle Bachelet viajó a La Habana para estar presente en la ceremonia donde, al día siguiente, se firmaría la paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno de Colombia.

En Cuba la esperaba el socialista Luis Maira, a quien Bachelet designó como acompañante durante el proceso de negociaciones, y quien ha sido uno de sus principales asesores en materias internacionales de América Latina durante éste y su anterior gobierno.

Ha trascendido que Maira no culminará su tarea tras la firma de la paz, sino que seguirá jugando un influyente rol en la implementación del acuerdo.

A este punto se refirió Maira durante una entrevista en Qué Pasa en abril pasado, donde adelantó cuál podría ser el aporte de Chile.

“Aportar en su experiencia en comisiones de verdad y reconciliación, donde ya ha apoyado a otros países, como Sudáfrica, y su experiencia en fuerzas de paz, que tiene desde 1949, y que hoy se encuentran en Haití”, dijo.

Agregó que “el presidente Juan Manuel Santos llamó en 2012 al presidente Piñera y le pidió la participación de Chile. El gobierno aceptó, encargo que la presidenta Bachelet ha continuado, ya que coincide con su política exterior centrada en América Latina. La presidenta me pidió que yo trabajara en esto y yo invité, con el acuerdo de ella, al embajador Raúl Vergara, que tenía un largo trabajo en el campo militar, que es muy importante en un proceso de paz en que hay un grupo armado como interlocutor”.