La psicóloga Ximena Calcagni es directora ejecutiva de la Fundación San José, a cargo de tres de los 289 centros de residencia administrados por colaboradores del Sename, que reciben a la mayoría de los 13.500 niños y adolescentes del sistema, en su gran parte víctimas de abandono, maltrato grave o abuso sexual. En su caso, 80 menores de edad que logran reubicar con familiares en un promedio de dos años y medio de estadía.
La crisis del Sename por la revelación de los 185 menores fallecidos en los últimos 12 años ha puesto en la mira el funcionamiento de este esquema, frente a lo que Calcagni pide que se haga una separación responsable entre los centros que funcionan y los que no.
—Hay residencias de 17 niños, que es una cifra controlable, y otras que tienen 160. Hay que transparentar esa información, y cuántos años pasan, porque el sistema tiene a los niños demasiado tiempo en permanencia.
—¿Dónde se producen las muertes?
—Faltan muchos detalles, y estoy pidiendo por transparencia en qué residencias se encontraban, desde dónde fueron derivados a hospitales. También hay muchos niños con problemas gravísimos de salud, como en el Pequeño Cotolengo. Es una herida para el alma de todos los que trabajamos en infancia, pero no podemos ser irresponsables en decir esas cifras sin decir dónde está el problema en particular, sin contexto.
—¿Dónde hay que intervenir el sistema?
—En los recursos: hoy recibimos un 30% de aportes del Estado y el resto lo financiamos nosotros mismos. Uno de los puntos críticos son los equipos que trabajan con los niños. Los estándares de sueldo y remuneraciones no están a mercado, y se me va la gente. Inviertes mucho en prepararlos para que acompañen a los niños, pero no duran más que un par de años. Y el otro tema es cómo lograr que la permanencia de los niños sea más corta. Para eso necesitas más dinero para trabajar con las familias, y un proceso judicial que acompañe.