Pese a jugar un papel protagónico en el diseño y redacción del proyecto de ley que contiene la reforma a la educación superior y que fue presentado esta semana en sociedad con su ingreso al Congreso, la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, se mostró extrañada por el contenido final de la iniciativa y, principalmente, por la fórmula final planteada para alcanzar la gratuidad universal. Quiroga lideró el trabajo del equipo de educación superior del Mineduc que se abocó durante casi dos años a darle contenido al proyecto. El grupo lo integraban además Felipe Jiménez (jefe de asesores de la ministra Adriana Delpiano) y Francisco Martínez (ex jefe de la División de Educación Superior del Mineduc), entre otros. Fue hace un par de meses cuando el grupo comenzó a asistir a encuentros semanales con los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, en los que también estaba Delpiano, donde se discutieron acaloradamente los detalles de la iniciativa. Pero fue en la recta final donde la mano de Eyzaguirre, ex titular de Educación, se fue notando con más fuerza. Según varias fuentes consultadas, fue el ministro Segpres quien terminó de dar forma, en acuerdo con Valdés, a la fórmula de cobertura gradual por deciles, desde los cinco primeros —que hoy reciben el beneficio de gratuidad— hasta el décimo, que se ajusta de acuerdo a las condiciones del país de recaudar recursos, calculados a través del PIB tendencial. El mecanismo, que obligaría a un futuro gobierno a recurrir a una nueva reforma tributaria, no estaba, según estas mismas fuentes, en la propuesta inicial del Mineduc.
El rol de Eyzaguirre en el diseño de la reforma a la educación superior
En la recta final de la confección del proyecto, la mano de Eyzaguirre, ex titular de Educación, se fue notando con más fuerza. Según varias fuentes consultadas, fue el ministro Segpres quien terminó de dar forma, en acuerdo con Valdés, a la fórmula de cobertura gradual por deciles para conseguir la gratuidad universal.