Por Qué Pasa Julio 15, 2016

Chile entregó este miércoles la contramemoria ante La Haya para responder la demanda boliviana por una salida soberana al mar. Ahora se abre un espacio de tiempo para que el gobierno de Evo Morales decida entregar una réplica. Pero más allá de lo jurídico, la batalla comunicacional está lejos de dar una tregua. En la Cancillería chilena preocupan dos elementos: el primero es que se ha observado un naciente y preocupante sentimiento “antiboliviano” en el norte del país, que se ha visibilizado con el aumento de episodios de violencia con ciudadanos bolivianos, como el apedreo a camiones que ingresan desde el país andino.
El segundo factor es el quiebre que existe al interior del equipo boliviano con el vocero de la causa, el ex presidente Carlos Mesa, cada vez más alejado de la coordinación comunicacional, conflicto que —a juicio de las autoridades nacionales— ha provocado un descontrol de las últimas declaraciones emanadas desde Palacio Quemado. Como aquella donde el canciller, David Choquehuanca, trataba de “racista” a su par, Heraldo Muñoz. Estos factores condicionan la estrategia comunicacional chilena pues la contraparte se ha tornado impredecible para la diplomacia chilena. De momento, buscarán no responder ante cada emplazamiento.

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