“No soy el padre Arturo, soy el Papa”. Con esta frase, según recoge la revista católica Encuentro, la máxima autoridad de la Iglesia estableció comunicación desde el Vaticano con el hogar del padre Francisco Rencoret Mujica, sacerdote chileno que a sus 35 años libra una batalla contra el cáncer. La enfermedad le fue diagnosticada a Rencoret en abril pasado, justo cuando se aprestaba a celebrar en Roma, junto a sus padres, su tercer año de sacerdocio. Al recibir el diagnóstico, su situación cambió.
El lazo del sacerdote chileno con elSanto Padre se remonta a agosto de 2015, cuando en un viaje para presentarse, el chileno le comunicó a Ezzati que tenía un regalo para el Papa. Entonces, el cardenal le solicitó que se lo entregara personalmente, momento que Rencoret atesora con una fotografía junto a ambos.
Según relató Su Santidad en el llamado telefónico, fue la embajadora ante el Vaticano, Mónica Jiménez, quien le notificó del cáncer del sacerdote chileno, dándole su número para que se comunicaran. Quien contestó ese llamado fue la mamá de Francisco Rencoret, María Isabel, quien luego le pasó el auricular a su hijo.
-“Papita. ¡Gracias por llamar!”.Soy el padre Francisco Rencoret, que el año pasado le regaló el retrato de sus padres en el Sínodo de la Familia”, le dijo.
-“Quiero que sepas que rezo por ti y por tu familia... Cuenta con mi oración y mi cercanía... Jesús no defrauda”, contestó el Santo Padre.