Una encuesta regional de la Universidad del Desarrollo y el diario El Sur de Concepción hizo encender varias alarmas la semana pasada, ante la expectativa que ha provocado la demorada entrega de la encuesta CEP, que es esperada desde que comenzó el mes de agosto.
El sondeo publicado el domingo en Concepción consignaba brevemente una pregunta abierta, es decir, de mención espontánea, sobre quién les gustaría que fuera el próximo presidente de Chile. Los resultados del sondeo realizado entre el 30 y 31 de julio a 503 personas en varias de las principales comunas de la Región del Biobío arrojó una realidad medianamente conocida: el ex presidente Sebastián Piñera lidera el sondeo con 29% de las preferencias, seguido de Ricardo Lagos, con un 18%. Ambos están posicionados muy por sobre el resto de las figuras, lo que confirma los cálculos oficialistas y de oposición respecto de la potencia electoral de ambos ex presidentes. La encuesta fue mirada con detención por dirigencias de la Nueva Mayoría y Chile Vamos, pues esta fotografía regional arroja datos sorprendentes en las posiciones que siguen a Lagos y Piñera: a la incombustibilidad de Marco Enríquez-Ominami, que se mantiene cerca del 10% (9%) y la irrupción mediática de Ossandón, que alcanzó un 3%, se sumó la sorpresiva aparición de dos que comienzan a morder desde atrás. Alejandro Guillier y el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, quienes pese a no ser figuras nacionales consiguieron ganarse un espacio entre las menciones espontáneas. En el PS vieron con preocupación la encuesta, no sólo por lo alejado que aparece Piñera, sino porque su presidenta, Isabel Allende, resignó puntos (bajó de 5%, en el mismo sondeo en junio, a 2%) que se cree fueron a parar al senador por Antofagasta.