Ya ha visto pasar a dos ministros del Interior (Rodrigo Peñailillo y Jorge Burgos) y a un conjunto de autoridades que han debido abandonar La Moneda cabisbajos. La estrategia del subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, es trabajar —y operar— en silencio y no hacer alarde de su influencia en el Segundo Piso a través de su compañera de partido Ana Lya Uriarte. Menos aún mostrarse como un hombre cercano a la presidenta.
Sin embargo, cada cierto tiempo el experto electoral ha dejado de lado su estrategia para mover un poco el tablero.
Lo hizo a fines de febrero, y en plenas vacaciones de Jorge Burgos, cuando en una entrevista en Reportajes de El Mercurio señaló que “hoy está en juego cómo le cerramos el camino al populismo”, recalcando que esa es “una responsabilidad de todos”.
El domingo pasado, Aleuy recurrió a la misma fórmula, ahora refiriéndose a la carrera presidencial: “Sólo los que ahora contribuyan a resolver los problemas podrán gobernar mañana”.