Por Qué Pasa Octubre 28, 2016

El lunes pasado el silencio dominaba en La Moneda. Trascendidos hablaban de una renuncia masiva del equipo político. Desde los ministerios se informaba que el gobierno estaba en estado de reflexión, concepto que no agradó a la presidenta Michelle Bachelet, quien prefería hablar de trabajo y acción. La única voz oficial ese día fue la propia mandataria: calificó de superficial culpar a tres personas de la derrota y dijo que tomaría decisiones. Y así lo comenzó a hacer. Desde La Moneda confirman que, tras las municipales, tenía contemplado efectuar un ajuste en escalada, desde jefes de servicios hasta llegar a ministros. Su idea es limpiar los equipos y sacar a los mal evaluados, comentan en la casa de gobierno. Entre ellos, las especulaciones hablaban de un nuevo ajuste completo del comité político, con enroques y refuerzos como el del actual embajador en Argentina, José Antonio Viera-Gallo.

Pero más allá de los cambios —que ya comenzaron este miércoles— ,en el gobierno sí reconocen, en privado, algunos errores como la falta de gestión en algunos servicios.

En tanto que otra de las grietas que dejó abierta la elección es la relación de La Moneda con la NM. Y allí el asunto no se ve de simple arreglo. En el gobierno existe la convicción de que el conglomerado, al no hacer primarias en algunas comunas como La Reina o Punta Arenas, colaboró a la derrota. En La Moneda aguardarán sin premura las decisiones que tome cada partido.

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