A puertas cerradas, pero con una discusión abierta. Así fue la primera parte del Consejo Nacional de Fiscales Regionales celebrado el martes y miércoles en Copiapó.

El primer tema a debatir era, por cierto, la polémica surgida en los últimos meses al interior del Ministerio Público y que tiene enfrentados al fiscal nacional, Jorge Abbott, con el jefe de la Región de O’Higgins, Emiliano Arias.

Esto último, a raíz de la entrevista dada por Arias a La Tercera en la que, según Abbott, el persecutor adelantó juicios respecto al caso Corpesca, que lideraba en ese tiempo el fiscal de Rancagua, además de emitir juicios políticos al señalar que la Ley de Pesca se originó en un contexto de corrupción. Los dichos le costaron el caso a Arias, además de un sumario.

El encuentro de Copiapó era, en rigor la primera actividad oficial del Ministerio Público en la que se verían las caras. Así y, aunque ni Abbott ni Arias hablaron, los jefes regionales opinaron en general sobre lo mal que le hacía la polémica a la institución. Según quienes estuvieron en el encuentro, desarrollado en el hotel Diego de Almeida, la reunión fue menos tensa de lo que se pensaba.

El resto de la cita fue usada para que Abbott planteara su plan estratégico que pone la mira, principalmente, en los delitos contra la propiedad.