Sólo cinco minutos antes de que la presidenta Michelle Bachelet nombrara como nuevo ministro de Justicia al abogado radical Jaime Campos, el ministro Nicolás Eyzaguirre telefoneó al presidente del PR, Ernesto Velasco, para notificarle que un histórico militante de sus filas asumiría esta cartera. La designación causó sorpresa en la colectividad, pues su nombre no fue consultado y tampoco genera consenso en su interior, básicamente porque está retirado de la vida partidaria hace varios años. Velasco, esta semana, y sin presencia mediática, fue a saludar a su correligionario en las dependencias de Justicia. Sin embargo, el líder radical, como gran parte del partido, han preferido mantenerse al margen de la polémica por el conflicto de interés que tendría Campos con su estudio de abogados y su relación con el Registro Civil.
Otra lectura que hicieron en el PR fue que el nombramiento de Campos más bien era un gesto hacia Ricardo Lagos, en desmedro del candidato del partido, Alejandro Guillier. Ello, porque Campos es un reconocido laguista. Él, en Agricultura y Nicolás Eyzaguirre en hacienda fueron los únicos ministros que permanecieron los seis años del gobierno de Lagos.