En octubre de 2008 se anunció la renuncia de Alejandro Guillier como rostro de noticias de Chilevisión, en ese entonces, de propiedad de Sebastián Piñera.

El director ejecutivo de CHV Jaime de Aguirre estaba en Cannes y Guillier no lo esperó para renunciarle en persona. “El que Guillier nunca diera la cara fue una pelusa en el ánimo para Jaime. Fue feo”, recuerda un periodista de la estación.

Guillier no emigraba a leer el noticiario central 24 Horas, tal como lo había intentado en 2007 el miembro del directorio de TVN, Francisco Vidal. En ese tiempo, Vidal —que en 2008 fue vocero de Bachelet— lo invitó a tomar café para reclutarlo. Pero fue abortado: “A Daniel Fernández, director ejecutivo de TVN, no le gustaba Guillier, lo encontraba muy hacia la izquierda, como él se decía tecnócrata. Y en esa postura estaba la derecha del directorio”, recuerda.

El periodista más creíble del país —según estudios— debía ser el hombre ancla de la TV abierta. Tuvo que contentarse con ser rostro de una señal de cable con audiencia restringida, 24H y de un programa político.