La PDI está a cargo de 33 de las investigaciones que el Ministerio Público encargó para indagar el porqué de los incendios entre la VI y la IX Región. Cuatro Fuerzas de Tarea, con una dotación de 12 investigadores en cada una, trabajan a cargo del prefecto inspector Carlos Yáñez. Son ingenieros forestales, veterinarios, biólogos y químicos, además de policías. El despliegue total en terreno es de 1.800 funcionarios.
¿Cómo se investiga?
Se comienza con una fotografía aérea o de la imagen satelital con la geometría del incendio. Así se acota un área. Un perito ecólogo aplica el método de las evidencias físicas a partir de los vestigios que el fuego deja.
Después se debe hallar el punto de inicio del incendio y el medio de ignición (cómo se encendió). El hallazgo se contrasta con el empadronamiento y la declaración de testigos. Se debe entrevistar a las primeras personas que llegaron al lugar, como bomberos, Conaf o quien dio aviso del fuego.
El protocolo considera definir la causa del incendio forestal y encontrar a el o los responsables.
Cuando es intencional, quien origina el fuego generalmente es alguien solo, entonces faltarán testigos. También el medio de ignición se podría quemar por completo y no existir pruebas.
En incendios por negligencia, cuando a alguien se le escapa el fuego producto de un trabajo de soldadura, del corte de un metal, o de un asado, existen testigos y ese elemento es fundamental en la investigación.
El trabajo en el sitio del suceso involucra una inspección ocular de la zona afectada y del área de inicio, para aplicar el método de análisis de evidencias físicas. Se busca establecer la presencia de elementos causantes del incendio.
El trabajo en el sitio de los hechos incorpora un equipo multidisciplinario con peritos planimetristas, fotográficos, ecólogos y electroingenieros.
Las evidencias que se levanten se pueden derivar a otras especialidades del Lacrim (Laboratorio de la PDI) para localizar elementos acelerantes de la combustión o ADN, por ejemplo. Es posible analizar cables conductores metálicos y herramientas para asociar eventuales sospechosos a un sitio del suceso.
Respecto a la posibilidad de hallar huellas, sólo pueden encontrarse en lugares donde no hayan tenido contacto directo con el fuego.
En los últimos cuatro años la PDI, a través de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (Bidema) ha investigado más de mil incendios.