A fines de enero de 2018, el diputado Ernesto Silva hará sus maletas para partir junto con su señora, Jimena Álamos, y sus seis hijos a EE.UU.

Será una suerte de año sabático.

Una vez terminado el periodo parlamentario, el ex presidente de la UDI se trasladará a Palo Alto, California, para ingresar a la Universidad de Stanford. Durante un año, Silva será visiting fellow (investigador visitante) en la Hoover Institution, think tank de investigación y políticas públicas dependiente de esa casa de estudios, que promueve las ideas de la democracia representativa, la empresa privada, la paz y la libertad personal.

Tras anunciar en octubre pasado que no iría a la reelección como diputado en el distrito de Las Condes-Vitacura, Silva se comunicó con el economista americano Arnold Harberger. Conocido como el “padre” de los Chicago Boys y cercano a su papá, el fallecido Ernesto Silva Bafalluy, Harberger le aconsejó radicarse en el centro de estudios de Stanford, en el que también son investigadores los ex secretarios de Estado Condoleezza Rice y Henry Kissinger, los economistas  John B. Taylor y Michael Boskin, y el historiador Niall Ferguson, entre otros.

Tras visitar EE.UU. a fines de 2016, Silva decidió emigrar.

En Stanford pretende trabajar en un segundo libro, que versará sobre un relato nuevo para la centroderecha chilena y latinoamericana. Su primera publicación Aire nuevo para Chile: un recambio necesario —que trató sobre la necesidad de impulsar un cambio de liderazgos en este sector, de la cual él mismo fue símbolo— se lanzó al mercado en noviembre de 2015, meses después de que renunciara a la presidencia de la UDI luego de que explotara el caso Penta.

Además, Silva trabajará en la actualización del archivo que la Hoover Institution tiene sobre la historia económica de Chile.

¿Por qué Stanford? Según comenta el diputado, la Hoover Institution “combina un ambiente académico de alto nivel con personas que tienen una vocación política y de servicio público muy fuerte”.

En realidad, la “obsesión” que lleva a Silva a establecerse en California es la de actualizar el relato de la centroderecha, en una sociedad cuyos cambios han sido evidentes en los últimos 15 años. En ese contexto, el parlamentario mira con interés la posibilidad de radicarse en la zona de Silicon Valley, polo de innovación de iniciativas como Uber y Airbnb. El desafío de trasladar a la política su modelo de economía colaborativa con bajos costos de transacción está también en el centro de su reflexión.

En este contexto, la posibilidad de volver a un cargo de elección popular en 2022 se ve lejano.

A su vuelta, los planes de Silva son seguir vinculado con la política, a partir de la formación de jóvenes. Por ello es probable que aterrice en la Universidad del Desarrollo y que le dé un nuevo impulso a la Fundación Aire Nuevo, que formó en 2016.

Para su reemplazo, Silva apoyó al ex secretario general de la UDI, Guillermo Ramírez, como candidato en el distrito de Las Condes. A este se le sumó Pablo Terrazas, quien actualmente tiene ese cargo en la directiva que encabeza la senadora Jacqueline van Rysselberghe. Sin embargo, todavía se evalúa a otras figuras del partido para competir por esa zona.