El martes llegó hasta La Moneda la directiva de la comunidad judía, encabezada por Shai Agosin. ¿La razón? Pedirle a la presidenta Michelle Bachelet que dé urgencia a la discusión de la ley contra la incitación a la violencia para proteger a las minorías. En la reunión, el presidente de la comunidad judía subrayó que hoy es gratuito insultar a un musulmán, un judío o un inmigrante y que cualquier minoría puede ser violentada. Insistieron ante la mandataria que es prioritario actualizar la ley antidiscriminación, que Agosin calificó de “absolutamente insuficiente”.