Por Qué Pasa Diciembre 15, 2017

Según un estudio del profesor Juan Cristóbal Portales, director del Magíster de Comunicación Estratégica de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), tanto en campañas de incumbentes o no incumbentes para senadores y diputados, la poca creatividad fue la tónica en la elección de noviembre. Resultó trillada la estrategia paraguas de asociarse a figuras presidenciales, partidarias o locales. También manido fue que los candidatos se retratasen como figuras con calle, conocedoras de problemas ciudadanos y cercanos a la gente. Según Portales, hay un escaso uso de estrategias innovadoras, que marcan una diferenciación y la tendencia —entre los incumbentes— fue a privilegiar la estabilidad (y la no confrontación, a diferencia de la segunda vuelta presidencial). Solamente un candidato utilizó la estrategia de la honestidad para hacer visibles las debilidades y transformarlas en un atributo positivo (en este caso: la falta de experiencia en política). Al compararse las campañas del 2013 y la del 2017 se recurre nuevamente a eslóganes como el del candidato que “hace la pega” y el candidato que “te defiende”. En resumen, nada nuevo bajo el sol.

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