“¡Qué felicidad!” fueron las palabras exactas de Francisco al abrir el sobre que le dio Vartán Boghossian, obispo de los armenios católicos de América Latina. Lo que traía adentro era una suscripción gratuita a Fanatiz, una app chilena de streaming de partidos de fútbol, que tiene los derechos para transmitir partidos de fútbol argentino, peruano, mexicano y chileno fuera de esos países.
El motivo era darle al Papa un servicio móvil para que pueda ver los partidos de San Lorenzo de Almagro, club del que es fanático, en el Vaticano o en sus giras por el mundo. Por eso, la carta pasó de las manos de Raúl Rivera —uno de los creadores de la app y presidente del Foro de Innovación—, a Eduardo Rodríguez, ex embajador chileno en Argentina, y él se la entregó al obispo Boghossian, quien se la dio al Papa.
Todo para que al Sumo Pontífice pueda volver a gritar goles.