El miedo de Frei
(Frei)no es un mal tipo. Se ha echado mucho a perder. Lo invadió el miedo. Se le borró que él ya había sido Presidente. El senador Frei ahora candidato olvidó que había sido Presidente. El haber sido Presidente le impone limitantes coreográficas brutales. Cuando vas por la calle la gente te ve de manera distinta. En eso, Piñera y yo somos candidatos más abiertos, más cercanos.
El encono contra Lagos
Me gusta la imagen de Emiliano Zapata, el líder de la Revolución Mexicana, que no aceptó sentarse en la silla presidencial, que se negó. Yo tengo algo de eso. El poder hay que combatirlo siempre. Y sospechar de los líderes. Yo no estoy a favor de observar las contradicciones y de cuestionar. No soy muy católico, tengo una formación más bien laica. Pero fui bautizado, y creo en la idea de Dios y del infinito. Hay algo que les reconozco a los católicos, se lo reconozco a Aylwin. Y es que ellos nunca se van contentos, siempre se van autoflagelándose. En este sentido, tengo una diferencia importante con Lagos, un encono. Antes de abandonar el cargo, pronunció frases muy desafortunadas. A través de su ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, dijo que el país era un Mercedes Benz en economía. Se dijeron cosas increíbles. En su último discurso del Veintiuno de Mayo, Lagos se retiró mostrando estadísticas geniales, señalando que su estrategia era brillante, etc. En el fondo, quiso decir les dejo un país tiqui- taca. Pero la realidad es otra.
Un matrimonio de por medio
Yo maduré mucho cuando conocí a Karen. Nos conocimos y nos casamos muy pronto. Yo entré a la política el 2005, dos años después de casarme con ella. Te podría hablar por horas de la importancia de la Karen en mi vida... Con Karen discutimos como todas las parejas. Pero si no estuviéramos casados, yo podría decir me voy. Y me voy. Aquí, al haber un matrimonio de por medio, estás poniendo una regla que te obliga a mediar, a frenarte, a pensar. Eso me lo enseñó Karen.
Una noche con Piñera
Déjame contarte una anécdota sobre Piñera, de cuando hice mi primera gira en avión. Piñera me iba siguiendo de ciudad en ciudad por el sur. Una noche, sorpresivamente, en el hotel, porque en esas ciudades parece que todos nos quedamos siempre en el mismo hotel, Piñera estaba en la pieza del lado. Me golpeó la puerta en la noche, yo estaba ahí con el cinturón abierto, más gordo que nunca, con la guata hinchada, con los pies congelados. Abrí la puerta y me dice: Hola. Pase -le digo-. ¿Cómo está usted?. Y me responde: ¿Cómo está tu carrera? ¿Difícil, ah? Un tipo que está dispuesto a las doce de la noche a cruzar a la pieza del frente, tocar la puerta del adversario, y conversar un rato, eso no se lo puedo dejar de reconocer...Un tipo accesible. No sé si con Frei hubiera podido pasar eso. Habrían golpeado la puerta dos guardaespaldas y tres asesores antes.
Simpatía por la alternancia
No puedo negar que tengo mucha simpatía a la idea de la alternancia, porque creo que le hace bien a la democracia, al Estado, al aparato público y al debate.
Miami despenalizado
La gente de convenció se que mi mensaje tiene sentido y de que mi candidatura va en serio. La cultura del consumo se despenalizó en Chile, en particular en la izquierda. Si quieres un símbolo, Miami se despenalizó. Miami, que era visto por la izquierda como un anatema -hace veinte años tenías que decir ir a Miami en secreto-, ahora se acepta como algo normal, hasta deseable, como un espacio de libertad para las personas.
¿Y la segunda vuelta?
Patricio: Si ganas la primera vuelta, tendrás que hacer acuerdos. Vas a tener que aparecer abrazado a Frei…
Marco: Y a otros cuantos más. Frei puede ser de los menos difíciles. Habrá que dar la mano. Tienes cuarenta días entre una elección y otra. Si descuentas Navidad y Año Nuevo, te quedan veinte días.
Mi hermano Max y Cuba
Max es clave en la campaña. Max constituye un hito sumamente importante en mi vida. Pero es más psicológico que político. Yo conozco a Max desde cuando cumplí treinta años, que fue la misma edad en que murió mi viejo. Max me llamó un día. Yo habría querido conocerlo mucho antes. Tenía curiosidad. Pero él nunca respondió a mis llamados. Yo lo maltraté mucho a través de amigos, diciéndole que era un maleducado. Y cuando yo tenía treinta años me llamó un día y me dijo "juntémonos para que nos conozcamos". Ahí nos hicimos íntimos amigos. Hubo feeling. Max bajó de ese pedestal de revolucionario del MIR y nos tratamos como hermanos... Sobre el tema de Cuba, con Max tenemos discusiones. Pero también tenemos consensos. Podríamos preguntarnos, ¿un díscolo existiría en Cuba? ¿O estaría preso en Cuba? ¿Tiene sentido la pregunta? Lo más probable es que en Cuba los que están gobernando son los que alguna vez fueron díscolos que se quedaron en el poder. Son los díscolos los que gobiernan ahí, y esos díscolos a través de los años han sido agredidos y golpeados.
Confesiones de un "díscolo"
Sobre Paul Fontaine
A Paul lo tengo en una misión nítida y clara, que es la reforma tributaria. Paul no viene a diseñar mi plan económico (…). Paul viene como un colaborador económico cuyo mandato es claro; él viene a hacer un cambio, una reforma tributaria (...) Por otro lado, hay que tener presente que la participación de Paul en mi candidatura no es contractual. Ni él me paga a mí, ni yo le pago a él. Es de utilidad mutua. Yo le tengo aprecio y respeto a Paul. Lo conocí en 2006, en el colegio de mi hija. Me acuerdo que estaba todo el escándalo de los pagos a trabajadores de campaña en la elección de mi distrito (…) Paul me preguntó y yo, que estaba destruido, le conté que acababa de ser electo diputado, que me había pagado la campaña con mi plata, y que me acusaban de usar platas públicas en la campaña, de un lavado de rentas y de que yo había enviado a repartir cincuenta cheques en un cerro en Quillota (...) Paul me escuchó y me dijo: "No sé si las acusaciones son verdad, pero aunque lo fueran, déjame decirte que aquí los ladrones son otros". Y siguió: "¿Por qué criticas a la derecha? Si la Concertación nunca le va a subir los impuestos a la derecha. Por eso la derecha nunca cambiará. Ellos no harán reforma tributaria, porque no les conviene". Me preguntó, en definitiva, por qué la Concertación no ha sido más valiente, por qué no había puesto en cintura a los empresarios, por qué no los había ordenado.
El abuelo Rafael
Yo tengo una forma más aburrida de decir lo mismo, que es decir que desconfío de esos líderes con aires de héroes. Eso tiene mucho que ver con una falla geológica que viene de los Gumucio, que son grandes despreciadores de la elite. En general, eso lo aprendimos de mi abuelo, que hizo lo imposible para joder al mundo, para cuestionar a la autoridad y las verdades establecidas.
Tengo bien pillado a Tironi
Yo conozco las fuentes de Tironi, porque tengo tendencia a leer las mismas páginas que él y a hacer los mismos viajes que él, por mi formación francófona. Lo tengo bien pillado. Yo también hice ese mismo truco, de ir a El Termómetro (un programa de debate político en Chilevisión que terminó en 2007) y leerme esas columnas la noche de antes, con mirada francófona. Pero ésa es la estrategia intelectualmente deleznable.
Andy Warhol como estrategia
Yo tengo una forma más aburrida de decir lo mismo, que es decir que desconfío de esos líderes con aires de héroes. Eso tiene mucho que ver con una falla geológica que viene de los Gumucio, que son grandes despreciadores de la elite.
La discusión que tengo con muchos en el comando es si por la izquierda o por la derecha. Yo digo que tenemos que tener a Andy Warhol como estrategia. Andy Warhol, a través del artefacto, igual que Nicanor Parra, para ser más criollos, fue construyendo realidades. Parra todavía lo sigue haciendo, va inventando, va llegando más lejos. La productividad se va poniendo en la acción de comunicar con dos o tres o cuatro pisos sólidos. Vas construyendo confianza. O sea, qué legitimidad tenía yo para hablar en materia económica, dime tú, ¡ninguna! Hoy se me reconoce que hablo de la reforma tributaria. No soy economista pero como candidato decidí que iba a entrar en la reforma tributaria.
Los atributos de los adversarios
Patricio: En relación con tus adversarios, Frei y Piñera, ¿Qué atributos de Piñera te gustaría tener?
Marco: Lo vi el otro día en un debate. El tipo tiene temple. Ése es un atributo positivo. No me pareció ridículo, no me dio vergüenza ajena. Tiene, además, cierta prestancia. Para serte franco, es un adversario que respeto, alguien difícil de ganar. Ha corregido errores. Piñera es ahora menos impulsivo. Sigue metiendo la pata cada tanto. Pero tiene cierta solidez. Naturalmente yo no estoy de acuerdo con muchos de sus planteamientos.
Patricio: Pero en cierto modo tú estás mucho más cerca de Frei que de Piñera.
Marco: En términos culturales, completamente. Lo que me pasa con Piñera es que no creo que sienta lo mismo que yo cuando ve necesidades. A mí me duele la pobreza. A Piñera la pobreza le parece un dato. Es un problema más. A Piñera parece no importarle el porqué de las cosas. No le importa el para qué y el porqué. A él le importa el cómo. En eso creo que tenemos más cercanía con Frei que con Piñera, compartimos en cierto modo una mirada de país que está más cerca de la idea de familia que de la de empresa.