¿Hombres o mujeres?
Según los expertos en opinión pública, los indecisos son en su mayoría mujeres con escasa educación y muy lejanas a los medios de comunicación como diarios y revistas (Ver infografía). "Históricamente son mujeres populares que no se informan por la prensa y usualmente no ven los noticieros de televisión", explica un analista cercano a Eduardo Frei.
"Yo diría que de cada tres indecisos, dos son mujeres", dice Roberto Méndez, director de Adimark. En todo caso, agrega que otra importante parte de ese grupo corresponde a ciudadanos de la tercera edad, que evitan decir cuál será su voto: "De cada tres indecisos, dos tienen más de 50 años".
Gonzalo Müller, director de Benchmark y de la facultad de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, explica que "son mujeres populares que votaron por Lavín y Bachelet". Por su parte, Carlos Huneeus, director del CERC (Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea), añade: "Si son mujeres es porque las que no trabajan fuera de su casa están menos interesadas en la política".
Según la encuesta CERC de octubre, 55% de los indecisos son mujeres. Además, el 46% tiene más de 61 años y el 25% entre 41 y 60 años. Sólo el 17 % tiene entre 26 y 40 años y apenas un 2% es menor de 25 años.
Datos muy similares arrojó la encuesta del CEP -Centro de Estudios Públicos- de agosto (Ver gráficos), que mostró que de los indecisos el 62,5% son mujeres y la gran mayoría tiene sobre 35 años.
¿Cuántos son?
De acuerdo a los distintos estudios de opinión, el número de indecisos fluctúa entre un 8,5% de las personas inscritas -según la encuesta CEP de agosto- y aproximadamente un 20%, de acuerdo con un estudio de Adimark realizado en octubre, el cual detectó que la cifra ha ido en aumento. El CERC, en tanto, los ubica en un 11%, según el sondeo del mes pasado.
En cifras, de los 8 millones de chilenos inscritos para votar, concurren a las urnas entre 6 y 7 millones. Por lo tanto, en promedio los indecisos serían alrededor de un millón de personas. De ahí la importancia de conquistar su atención en lo que queda de campaña. Méndez, de acuerdo a la encuesta Adimark, calcula a los indecisos en un millón 200 mil aproximadamente. La CEP de agosto, en tanto, los estima en cerca de 700 mil.
¿Cómo conquistarlos?
"Una primera estrategia de las candidaturas es generar entusiasmo y lograr que la gente vaya a votar. Eso depende del clima político y social que se genere en torno a las candidaturas", dice Roberto Méndez.
Y una forma fundamental de salir a conquistar a este grupo, y que se ha visto reflejada en las últimas semanas como nunca antes en esta campaña, es el contacto directo con la gente. "Lo que más rinde es que el candidato vaya a terreno, el puerta a puerta, el cara a cara. Que los electores que no han decidido por quién votar vean al candidato en su entorno, que su mensaje les haga sentido y les digan lo que quieren escuchar", explica el sociólogo Juan Pardo, de Feedback. "Hablar de la puerta giratoria, que es un cliché bien gastado, o de la reforma al sistema político son cosas que ni siquiera a la ciudadanía informada le interesa", agrega.
Otro punto clave es el lenguaje que se usa en esta etapa: debe ser simple y directo. "Los grandes proyectos políticos, como reformas constitucionales o los cambios al sistema binominal, no llegan a esta gente, porque ni siquiera entienden bien de qué se trata. Y los temas valóricos, aunque están de moda, les importan poco", opina Méndez.
Ello explica, por ejemplo, que Frei haya dejado de hablar justamente de lo que fue uno de sus caballos de batalla al inicio de su carrera presidencial: una nueva Constitución. Ahora, en cambio, él y todos los abanderados han optado por verse distendidos, estar cada vez más en terreno y aparecer en programas masivos de televisión.
En octubre, todos los abanderados, acompañados de sus esposas, dieron entrevistas de corte humano en el matinal "Buenos Días a Todos", donde el público objetivo son las mujeres dueñas de casa. Arrate fue el único que no asistió acompañado por su mujer, ya que la escritora Diamela Eltit estaba dando clases en Nueva York.
Otro ejemplo: mientras Piñera decidió hace unos meses tener un himno más popular, con charangos y zampoñas, Frei sumó a su comando a rostros que son muy amigables para las mujeres indecisas, como Francisco Reyes -el galán de las teleseries nacionales- y dos personajes muy afines al mundo femenino: la ex ministra del Sernam, que ha sido rostro de la campaña contra el femicidio, Laura Albornoz, y Ángela Jeria, madre de Michelle Bachelet, cuya aprobación hoy bordea el 80%.
Buscando lo mismo, Enríquez-Ominami sumó a su campaña, y al trabajo en terreno, a otro galán de la televisión y estrella de "¿Dónde está Elisa?", Francisco Melo.
"Son un electorado sensible a la propaganda, al contacto directo, a Karen Doggenweiler y a Bachelet", resume un analista político. "Por eso los candidatos van a los programas que ve la 'señora Juanita' en su casa mientras cocina o hace el aseo".
¿Cómo se han comportado históricamente?
El factor indeciso no es nada nuevo y, en general, dicen los expertos, suele bordear el 15%. Respecto a 1988, cuando el país estaba totalmente polarizado ante el plebiscito del "Sí" y el "No" y había muchas ganas de participar (la mayoría de los 8 millones de votantes se inscribió en los registros electorales en ese período), Méndez recuerda que ese grupo marcaba el 13% o 14% en las últimas encuestas que se realizaron. "Había que hacer estimaciones sobre cómo se podían comportar ellos, pero finalmente hacen igual que el resto", agrega.
Según Gonzalo Müller, los indecisos aunque no necesariamente son de la Concertación, históricamente han votado por ella, porque tiene más despliegue en terreno. Gracias a ello, Bachelet y Lagos tuvieron un clima favorable". Por ese mismo factor, asegura, "es importante que Piñera salga más a la calle.
Y agrega: "Son mujeres que están con Bachelet, pero eso no quiere decir que voten por Frei, en quien no ven esas características; o por Marco Enríquez-Ominami, a quien conocen hace muy poco; o por Piñera, al que miran con distancia".
El factor indeciso
¿Qué piensan políticamente?
"Los indecisos no tienen posición política. Son votantes que quieren certezas. No están buscando la 'revolución'", dice Juan Pardo, de Feedback.
Sin embargo, Huneeus cree que una parte del 11% de indecisos que arrojó su encuesta CERC de octubre es de derecha, pero no se atreve a decirlo: "Socialmente en Chile las posiciones de derecha son mal vistas. Y por eso una parte de los indecisos no quiere decir cómo va a votar, a pesar de ya haberse definido. Aunque usualmente son personas de derecha, son menos que en la elección pasada, porque hoy la Alianza va en primer lugar, por lo que hay menos disposición a esconderlo. Acá a la propia derecha la da vergüenza decir que es de derecha y dicen que son de centroderecha. Eso no pasa en España, Inglaterra y Alemania".
El hecho que esas personas cercanas a Piñera no digan por quién van a votar confirma, a juicio de Huneeus, que la mayoría de las encuestas subestiman a la derecha.
¿A qué estrato social pertenecen?
Según la encuesta CERC, el 57% de los indecisos pertenecen al estrato bajo; el 26% al medio bajo, y apenas el 8% al medio alto. Sólo un 5% es de clase alta.
"Yo diría que de cada tres indecisos, dos son mujeres", dice Roberto Méndez, director de Adimark. Y agrega que otra parte importante de ese grupo son ciudadanos de la tercera edad.
La mayoría, que pertenece a los estratos D y E, gana en promedio y por familia entre 200 mil y 300 mil pesos mensuales.
Roberto Méndez explica que, por lo general, viven en zonas rurales, en las ciudades más pequeñas, y en Santiago lo hacen en aquellos sectores donde se concentran personas de nivel socioeconómico más bajo -zonas sur y poniente-, pero también en comunas de gente con mayor edad.
De acuerdo a la encuesta CERC, el 58% de los indecisos está concentrado en Santiago.
¿Juegan a ganador?
A la hora de votar, Gonzalo Müller explica que los indecisos se comportan en forma colectiva: "En las últimas elecciones, todos se movieron como el grupo, de acuerdo a su entorno. Son capturados por el clima electoral más que por algo concreto. Si existe una sensación clara sobre quién será el candidato ganador, votan por él. En ese sentido, Piñera tiene una ventaja: hay gente a la que no le gusta, pero cree que va a ganar".
Carlos Huneeus dice que al existir un grupo que esconde su inclinación por la derecha, "Piñera tiene algunos puntos más de los que marca en las encuestas: si el candidato de la Alianza aparece con un 41%, quiere decir que podría llegar a tener un 42% o 43%".
Roberto Méndez añade que su importancia se debe a que son percibidos como un grupo impredecible y que actúa de forma radicalmente diferente a quienes ya definieron su voto, pero la experiencia indica que terminan comportándose en forma similar a éstos".
¿Cuánto influye la franja?
"Las franjas debieran estar enfocadas fundamentalmente en los indecisos, y ser el último esfuerzo para reforzar la campaña y tratar de conseguir ese voto que puede significar la diferencia entre ganar o perder y pasar a segunda vuelta o no", dice Roberto Méndez.
"Lo que más rinde es que el candidato vaya a terreno, el puerta a puerta, el cara a cara. Que el indeciso vea al candidato en su entorno, que le digan lo que quiere escuchar", explica el sociólogo Juan Pardo, de Feedback.
Sin embargo, hay expertos como Pardo que opinan que la franja sólo reafirma los votos ya conquistados. Salvo que sea algo nunca antes visto, atrae muy pocos nuevos votantes". Müller agrega: "Son indiferentes, no ven la franja, la campaña no les interesa. Por eso son tan difíciles de abordar".
Pese a eso, en los comandos tienen altas expectativas en los días que restan de campaña y en su franja. Por ello, todos tendrán muchas imágenes de los candidatos en la calle y en poblaciones (Ver recuadros).
"Si hay un millón de personas que no tienen claro por quién votar, la franja puede ser una buena pieza motivacional para que ellos, especialmente las dueñas de casa, puedan resolver su preferencia. Para eso, los ganchos van a ser los actores de teleseries o animadores como Doggenweiler, Ricarte Soto o Felipe Camiroaga si se integra", explica un analista. De hecho, no pasó inadvertido cuando el miércoles recién pasado Camiroaga, figura del popular matinal Buenos Días a Todos, reconoció en la prensa: "Aceptaría gustoso participar en la campaña de Frei".
Desde el comando de Enríquez-Ominami, que tiene como carta segura a la animadora y esposa del candidato, señalan: "Una excelente imagen sería mostrar a Karen saliendo del baño de una casa de población".
¿Y qué votarán en segunda vuelta?
Müller cree que esta vez será difícil saber el comportamiento que tendrán los indecisos debido al contexto político. Y señala que hay gente decidida en primera vuelta, pero no en segunda y ésta aún no está en juego y no tiene claros sus participantes.
Roberto Méndez cree incluso que este grupo ha ido creciendo con miras a la próxima elección. "Ahora estamos en algo más de 20% de personas que no responden o no saben". Para él, la razón también tiene que ver con la coyuntura: "Hoy hay un factor de complejidad que antes no existía, debido a la certeza de que habrá segunda vuelta. Y la gente más que decidir un voto, decide una estrategia. Es un escenario distinto: hoy podríamos decir que hay indecisos de primera vuelta e indecisos de segunda vuelta. Es una realidad nueva que no habíamos visto en elecciones anteriores", asegura.
El factor indeciso
Arrate: En las poblaciones
Contó de su infancia en Viña, de su vida como hijo único, de la casa antigua donde vivió. Fue en el matinal "Buenos Días a Todos" donde Jorge Arrate, el candidato de la izquierda, dejó de hablar de política para contar su historia personal. Su visita al programa respondió, al igual que sus competidores, a la posibilidad de llegar directo al grupo donde hay más indecisos: las mujeres de estratos bajos que, cuando ven televisión, buscan más entretención que información.
De aquí en adelante, Arrate se verá también más en la calle, "mucho más cercano y no tan político. Ése es el eje hasta fin de mes", señala Salvador Muñoz, coordinador de la campaña. Para él, los indecisos son un voto muy importante y el propio Arrate lo reconoció en septiembre, cuando en la Entrevista del Domingo de TVN dijo que quiere conquistar a ese 15% o 20% del electorado que aún no se pronuncia en las encuestas.
"Para nosotros no es gente que esté indecisa por las mismas causas -dice Muñoz-. Por eso, la forma de abordar ese voto irá en distintas direcciones: para jóvenes que no han definido su opción y para un sector adulto que está indeciso y no quiere más de lo mismo".
El coordinador de la campaña asegura que Arrate va a estar recorriendo las poblaciones, "ése va a ser nuestro mundo y eso se va a ver muy reflejado en la franja. Ya hay una votación importante que está definida, y por tanto, hoy hay que salir a la caza de los sectores populares". Agrega que, en esta tarea, la televisión entra muy fuerte. Y que ahí quieren mostrar a un Arrate menos político y con un lenguaje más cotidiano. "El eje del discurso será cómo llegar a fin de mes".
ME-O: Doggenweiler es clave
Aunque ya no se verá todas las noches en "Pelotón", Karen Doggenweiler seguirá marcando presencia diaria en la tele. "Su salida de TVN tiene un objetivo claro: ella cuenta con una gran llegada en los sectores populares", dicen fuentes del comando de ME-O, quienes agregan que es importante que la animadora tenga agenda propia y aparezca sin su marido. "Cuando están los dos, las cámaras inevitablemente se concentran en Marco y no en ella. Queremos que ella brille por sí sola y llegue a la población indecisa". Sobre todo porque en este comando reconocen que "nos resulta difícil capturar a los indecisos. Es voto de centroderecha y conservador. Y no podemos hacer mucho ahí".
Las mismas fuentes señalan que los jóvenes representan una parte menor de ese electorado. Pero que podrían ser una opción para ellos. "Se trata de personas que históricamente han votado por la Concertación, pero en esta ocasión lo harían con desgano, son antiderecha y no quieren que gane Piñera. El desafío es movilizarlos, que vayan a votar y que lo hagan por Marco".
En el comando dicen también que, aunque suene contradictorio, otro factor que puede jugar a favor del diputado es la "falta de conocimiento" hacia su persona. "Marco aún no es tan conocido en los estratos populares, sectores marginales y regiones. El despliegue en terreno de él y Karen, la franja y la presencia masiva de propaganda permitirán que la gente lo conozca más. Eso le puede sumar algunos votos entre los indecisos que ya conocen perfectamente a Frei y Piñera y están decididos a no votar por ellos".
El factor indeciso
Piñera: La hora de la calle
La imagen del senador Pablo Longueira visitando a los vecinos de Huechuraba y pidiendo que voten por Piñera, el domingo pasado, fue muy bien evaluada en el comando piñerista. A menos de un mes y medio de las elecciones, una de las principales estrategias está dirigida a capturar el voto indeciso que se encuentra, en gran parte, en las poblaciones de Santiago. "Como a estas alturas mucha gente ya tomó su decisión, Piñera tiene que mantener su voto duro que lo ubica en primer lugar y apuntar a los indecisos que podrían marcar la diferencia", aseguran cercanos al empresario.
Así, no fue casualidad que el ex presidente de la UDI haya participado en ese puerta a puerta. Fuentes del comando del abanderado reconocen que como Piñera tiene una deficiencia en el despliegue en terreno, es justamente la tienda gremialista la que le puede aportar ese know-how.
Piñera tiene en agenda visitar regiones y reforzar su presencia en radios locales y programas populares. "Es importante que la señora de una población lo vea o sepa por los vecinos o por la tele que Piñera estuvo en el barrio, preocupado de sus problemas", señalan cercanos al candidato.
Mirando a ese mismo electorado, Piñera ofreció el llamado bono marzo. "Eso apunta directo a los sectores D y E", dicen en el comando. Y añaden: "Esa medida, un clásico de Bachelet, muestra la ambigüedad con que se tiene que mover el candidato: por un lado, no le conviene atacar a la presidenta y al gobierno, que están instalados en los corazones de la clase baja, y la vez tiene que mostrar que es el cambio".
Saben que es vital tener figuras que lleguen a los sectores populares. Y es posible que personajes como Macarena Venegas, conductora del programa "Veredicto" de Mega, se integre a la campaña. En segunda vuelta, muchos consideran que alguien como Joaquín Lavín, con arrastre en el mundo popular, debería ser más protagónico en la campaña.
Frei: Baile y más simpatía
Cuando el martes 3 en la noche José Alfredo Fuentes cantó "Te perdí" en el acto de la candidatura de Eduardo Frei, su melodía tenía un blanco definido: las mujeres de clase popular que constituyen la base del voto indeciso. Por eso, y sin ir más lejos, ese mismo día se vio al senador DC bailando reggaeton y haciendo con soltura el gesto ganador con su nariz, que se ha convertido en el nuevo símbolo de la campaña. "Está estudiado que el humor, los bailes, la simpatía son componentes que acercan a Frei a los grupos socioeconómicos bajos", señalan desde el comando.
Además, según aseguran cercanos al parlamentario, ese voto es sensible a la presidenta Bachelet. Por eso, en las últimas semanas se han sumado a la campaña oficialista figuras asociadas a la jefa de Estado, como su madre Ángela Jeria.
Con la intención de captar a los indecisos también se ha intensificado el despliegue territorial y el trabajo puerta a puerta. Y el propio Frei ha puesto sobre la mesa pequeñas propuestas programáticas destinadas a ese grupo objetivo, como son los proyectos para terminar con los abusos del mercado y para dignificar la política.
En forma paralela, se está intentando captar al electorado de la Concertación que no ha decidido si optar por Frei, ME-O o Arrate. "En primera vuelta, nuestro contendor es Marco Enríquez- Ominami. Y para captar a 'esos indecisos' son claves los noticieros centrales de los canales de televisión", aseguran en el comando.
Además, dicen otras fuentes de esta campaña, la franja freísta "será como una vuelta a casa", un intento de volver a identificar con la Concertación a quienes votaron por Frei en el 93 y hoy han tomado una postura distante y crítica.