Acusado por el ministro Alejandro Madrid de ser uno de los responsables del homicidio del ex presidente Eduardo Frei Montalva, el doctor Patricio Silva Garín cumple prisión preventiva en una cabaña de una unidad militar de Peñalolén.
Allí se ha reunido con los abogados que lo asesoran por ahora. Uno de ellos es Clemente Silva, sobrino del fallecido cardenal Raúl Silva Henríquez. El otro es Claudio Arellano, sobrino del general Sergio Arellano Stark. Con vínculos con la Democracia Cristiana y el mundo militar, el cirujano de 80 años ha consultado a estos profesionales con el fin de trazar las primeras líneas de su defensa en un caso de connotación pública que ha tenido repercusiones en todo el mundo.
27 años después de la muerte del ex mandatario, el juez Madrid llegó a la convicción de que Frei Montalva fue asesinado mediante el suministro de sustancias tóxicas que se le aplicaron durante su hospitalización en la Clínica Santa María.
Según consigna la resolución del magistrado, los elementos letales fueron talio y mostaza sulfúrica, los cuales le fueron administrados al menos en tres ocasiones diferentes. Además, el juez suma la aplicación de un producto farmacológico no autorizado, llamado Transfer Factor.
Por ello procesó a seis personas, de los cuales cuatro son médicos. Sin embargo, de estos últimos, sólo el doctor Patricio Silva es quien enfrenta el cargo más grave: autor del homicidio. Madrid le atribuyó esa responsabilidad por su condición de cirujano a cargo del equipo médico que intervino por segunda vez -el 6 de diciembre de 1981- al ex presidente. La primera operación -el 18 de noviembre de ese mismo año- la dirigió el doctor Augusto Larraín Orrego.
En las casi tres décadas transcurridas desde que falleció Frei Montalva, Silva Garín sólo había dado su versión de los hechos a la justicia. No obstante, el procesamiento en su contra lo motivó a romper su histórico silencio. En esta entrevista, realizada antes de que fuera detenido, entrega por primera vez su testimonio de lo que ocurrió entre 1981 y 1982 en la Clínica Santa María.
-¿Se declara inocente en el caso de la muerte de Eduardo Frei Montalva?
-Totalmente inocente.
-¿Usted cree que pudo haber homicidio en este caso?
-No, no existe ningún antecedente que indique homicidio.
Silva es tajante. En ello influye, según sus cercanos, la formación militar que recibió a partir de 1955, cuando entró al Ejército como teniente de Sanidad de la Escuela de Infantería. Dentro de la institución alcanzó el grado de coronel y durante sus 31 años de servicio activo desempeñó los más altos cargos en el Hospital Militar. Tal fue su cercanía con el mundo castrense que después de pasar a retiro, en 1985, siguió en funciones en dicho recinto asistencial. Ahí lo recuerdan como un profesional con don de mando y ascendiente en el escalafón castrense. Recién dejó su cargo como médico contralor el 30 de noviembre pasado.
"Nunca se sospechó que se estuviera envenenando al paciente. Sólo los exámenes determinaban las modificaciones metabólicas propias de una septicemia grave, resistente al medicamento, que comprometía todos los sistemas orgánicos del enfermo con un pronóstico muy desfavorable".
En 1966, durante el mandato de Frei Montalva, de acuerdo a fuentes ligadas al proceso judicial, Silva participó en dos cursos de perfeccionamiento en la controvertida Escuela de las Américas. La instrucción la realizó poco antes de asumir como subsecretario de Salud en el gobierno del mandatario DC. A diferencia de su simpatía por el gobierno de Frei Montalva, el médico y militar no sintonizó con el mandato de Salvador Allende. En 1970 renunció voluntariamente al cargo de director del Servicio Nacional de Salud.
-¿Participó en la Escuela de las Américas?
-Tal como aparece en mi formación curricular, no fui alumno de la Escuela de las Américas, sino que sólo asistí a un curso de Medicina de Paracaidismo por tres semanas.
-¿Por qué un cirujano reconocido por sus pares se interesó en seguir la carrera militar?
-Ingresé a la carrera de Sanidad Militar por invitación expresa del director de Sanidad del Ejército, doctor Jorge Castro Ladrón de Guevara.
-¿Cuál fue exactamente su relación con el Ejército?
-En esta institución cumplí con la carrera de médico militar, desempeñando mis funciones en la Escuela de Infantería, en el Regimiento Buin, en el Hospital Militar y en la Dirección de Sanidad del Ejército.
La buena llegada de Patricio Silva con el mundo castrense le permitió jugar un rol muy importante en las negociaciones que dieron por terminado el "Tacnazo", como se conoció al movimiento militar golpista liderado por el general Roberto Viaux.
Según fuentes judiciales, el mismo doctor ha declarado en el proceso que en su condición de subsecretario de Salud conversó personalmente con Viaux, a cuyo padre había intervenido quirúrgicamente. De acuerdo a esta versión, Silva le hizo ver al oficial sublevado que debía arreglar este conflicto, porque había fracasado en su intento de dar un golpe de Estado.
Un militar en el gobierno
Más de una versión existe sobre la forma en que el cirujano conoció al fallecido jefe de Estado. El juez Madrid consigna en su resolución que al menos dos dirigentes DC recuerdan haberlo visto participar en la campaña presidencial de 1964.
-De acuerdo al ministro Madrid, tanto José de Gregorio Aroca como Juan de Dios Carmona afirman que usted colaboró con la candidatura de Frei Montalva. ¿Es eso efectivo?
-No.
-Entonces, ¿cuándo y cómo conoció a Eduardo Frei Montalva?
-Lo conocí como subsecretario de Salud de su gobierno. Tuvimos una gran afinidad en diversas materias y eso nos permitió aprobar leyes muy importantes.
-¿Podría explicar cómo un militar en servicio activo llegó a la Subsecretaría de Salud de un gobierno DC?
-El presidente Frei ordenó al comandante en jefe de la época, general de división don Bernardino Parada, la nominación de tres oficiales de Sanidad que fueran aptos para desempeñarse en funciones del ministerio. De la terna propuesta al señor Presidente de la República, él eligió a mi persona para tomar responsabilidades en el área.
-Más allá de su relación con Frei, ¿tenía usted cercanía con otras personas de la DC?
-Sí, en mi calidad de subsecretario de Salud.
"No existe ningún antecedente que indique homicidio"
El médico de cabecera
Reconocido por sus pares como un buen cirujano, en 1970 el ex presidente Frei no dudó en operarse de una hernia inguinal con Silva -entonces cuñado del ex ministro del Interior, Patricio Rojas-. Ya entonces se había gestado un vínculo de confianza entre ambos. De acuerdo a fuentes judiciales, el propio profesional aseguró que el líder DC le consultaba sobre temas de interés nacional después de dejar La Moneda.
Once años más tarde, cuando el líder de la oposición a Pinochet padecía de una hernia al hiato, convocó a una junta médica en su casa. En ese encuentro, según ha declarado el cirujano a la justicia, él mismo recomendó al extinto gobernante que no se sometiera a un procedimiento quirúrgico.
Incluso, de acuerdo a una fuente ligada al proceso, Silva confesó que el estado de salud debía tratarse desde un punto de vista holístico, porque él sabía que el ex presidente padecía de "depresión" como consecuencia de sus preocupaciones excesivas por la situación política de ese tiempo.
Pese a sus consejos, Frei Montalva decidió someterse a una intervención quirúrgica con Augusto Larraín. Durante el procedimiento -el 18 de noviembre de 1981- Silva actuó sólo como observador.
Sin embargo, la participación del médico del Ejército fue clave a partir de la segunda operación a la que se sometió al ex jefe de Estado, el 6 de diciembre de 1981. Ésta fue consecuencia de las graves complicaciones que surgieron tras la primera cirugía.
-El juez consigna que es una contradicción de su parte haberse opuesto a la primera operación y luego aparecer a cargo del equipo de cirujanos que lo reintervinieron quirúrgicamente. ¿Cómo lo explica?
-No hay ninguna contradicción entre la opinión médica de una junta -que se oponía a una solución quirúrgica- y una operación posterior que fue indicada por una complicación quirúrgica del vólvulo intestinal, obstrucción intestinal, peritonitis inicial, deshidratación grave y shock. La opinión de la junta médica fue 20 días antes de la (primera) operación y de la complicación postoperatoria de la cirugía hecha por el doctor Larraín.
Según fuentes cercanas al caso, Silva declaró al juez Madrid que Carmen Frei le solicitó asumir como médico de cabecera, a lo cual él accedió.
Esto habría sido duro para él, porque -según ha dicho a sus cercanos- era necesario adoptar decisiones difíciles.
En su resolución judicial, el magistrado consigna que es imposible que en su calidad de "médico tratante", Patricio Silva desconociera los medicamentos que le fueron suministrados a su paciente, como él declaró en el proceso.
-El magistrado afirma en su resolución que al presidente Frei se le aplicó un producto que se encontraba en fase experimental, denominado Transfer Factor (factor de transferencia), lo que influyó en la evolución negativa de su salud.
-La indicación de ese medicamento se hizo sin mi conocimiento y se gestó entre los doctores (Rodrigo) Hurtado -especialista en epidemiología e inmunología-, el internista tratante, doctor Alejandro Goic, y Sergio Valdés, médico de la Unidad de Tratamiento Intensivo, que es lo que corresponde en la práctica médica.
-¿No tuvo ninguna noción de esto?
-No tuve conocimiento.
"La indicación de ese medicamento se hizo sin mi conocimiento y se gestó entre los doctores Hurtado -especialista en epidemiología e inmunología-, el internista tratante, doctor Alejandro Goic, y Sergio Valdés, médico de la Unidad de Tratamiento Intensivo, que es lo que corresponde en la práctica médica".
-¿Por qué el juez dice, entonces, que usted debía estar al tanto de la utilización de las sustancias que se indicaban al ex mandatario?
-Yo sólo estaba a cargo del equipo quirúrgico en el pabellón y en la Unidad de Cuidados Intensivos en la medida que hubiese que curar o reintervenir la herida.
-En el escrito judicial también se expresa que no se hicieron los exámenes necesarios para descartar la presencia de elementos tóxicos. ¿Nunca se pensó que se estuviera envenenando a Eduardo Frei?
-Nunca se sospechó que se estuviera envenenando al paciente. Sólo los exámenes determinaban las modificaciones metabólicas propias de una septicemia grave, resistente al medicamento, que comprometía todos los sistemas orgánicos del enfermo con un pronóstico muy desfavorable. La proliferación microbiana y de hongos en los órganos del enfermo está demostrada permanentemente en los exámenes de sangre, de orina y otros líquidos orgánicos. Las septicemias producen endotoxinas propias del organismo que siguen deteriorando al paciente.
- El juez Madrid consigna también en su escrito las versiones contradictorias que existen respecto a la realización de una autopsia. ¿Usted supo si se efectuó o no dicho procedimiento?
-No, me enteré por la prensa.
Su pasado lo condena
-El ministro Madrid consigna como una omisión de su parte no advertir a la familia Frei los riesgos que implicaba operar al ex mandatario, "dado el conocimiento previo que tenía respecto de la actuación de los servicios de seguridad del régimen". ¿Qué piensa de esta afirmación del magistrado?
-El señor ministro Madrid omite mi declaración -que figura en el proceso-, en la cual detallo que informé a la esposa del presidente Frei, señora María Ruiz-Tagle, y a su hijo, Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
-Entre los antecedentes que menciona el juez sobre usted, está su participación como médico en los casos de los generales René Schneider y Augusto Lutz, además en el caso del ex ministro José Tohá.
-Esta materia no es atingente a los hechos investigados y ha sido informada a través de los medios.
-La familia del ex mandatario ha dicho que les duele mucho que personas cercanas a su padre aparezcan hoy vinculadas al caso Frei, ¿qué piensa al respecto?.
-La conducta de las personas, los dichos y los hechos deben ser confrontados con la realidad y actuar en consecuencia.
-¿Cree que se le ha dado un uso político a este caso?
-Sí, creo que lamentablemente el caso se ha usado políticamente.