Por Michelle Chapochnick Enero 30, 2010

© Nicolás Abalo

Uno de los momentos de mayor tensión durante la campaña presidencial de Sebastián Piñera ocurrió el 11 de octubre pasado, cuando se hizo público el documento Acuerdo de Vida en Común, que propuso regular las uniones de hecho, incluidas las de los homosexuales.

Uno de los protagonistas del debate que encendió la propuesta de Andrés Allamand y Andrés Chadwick fue el diputado José Antonio Kast (44). Tres meses después de ese episodio y tras el triunfo del candidato de la centroderecha, el parlamentario -que fue contendor de Juan Antonio Coloma en las últimas elecciones internas de la UDI- habla en detalle sobre ese polémico capítulo, de la sucesión en la presidencia del gremialismo y esgrime algunas pautas que debería seguir el presidente electo a la hora de designar su gabinete.

-¿Qué sintió cuando se hizo público el documento Acuerdo de Vida en Común?

-Me enteré un día antes de que venía. Me sentí pasado a llevar, porque no se discutió. Además, me opuse porque entendía que con dicho documento venía implícito lo del matrimonio gay. Y eso no es lo que necesitamos como sociedad chilena. Además, algunos trataron de usar el tema electoralmente. Entonces no podía estar de acuerdo con utilizar la causa de las convivencias sólo para conquistar votos.

-¿A qué se refiere?

-Mimetizarse con el electorado y dejar de hacer lo que uno siente es un error. En mi caso personal: a pesar de todo lo que me desacreditan, subí mi votación en la última elección parlamentaria. Le gané al jefe de bancada del PPD, les gané a los dos diputados de la Concertación. Si suma los votos de Ramón Farías y de Patricio Achurra podrá comprobar que saqué más que los dos juntos. Y nunca renuncié a expresar lo que yo sentía: ¡no lo hice!

-Cuando se produjo el debate de las uniones civiles, usted dijo que algunas personas que estaban cerca de Piñera vivían en una burbuja. ¿A quiénes se refería?

-Siempre dije que había un grupo de personas que no vivía en el mundo real, sino en una burbuja, y que trataban de imponerle temas a la sociedad que son de debate mundial, pero que no están presentes en el día a día de las personas en Chile. Creo que Andrés Allamand echó a andar su idea sin un debate previo. Estoy convencido de que el mismo Sebastián Piñera se dio cuenta de que transando cosas esenciales no se consiguen más votos. Al revés.

-¿Habló del tema con Piñera?

-Lo que ha dicho y hemos conversado es que quiere promover la familia estable y ver cómo reguarda eso. Me ha dado garantías suficientes. Fueron algunas personas que lo rodean -por ejemplo, Andrés Allamand, que además es de la idea del desalojo- las que pusieron el tema. Cuando se usan causas con fines electorales, éstas se deslegitiman y la gente las rechaza. Quizás sumó algunos votos, pero también restó varios otros.

-Usted ha tenido una postura muy crítica frente a la píldora del día después. ¿Qué pasará con ese tema cuando lleguen en marzo al gobierno?

-No es tema. El debate de fondo es sobre el aborto, y al ver que Soledad Alvear y la DC se cuadraron al decir que el aborto no será tema, creo que se le quita una presión enorme. Todos coinciden en que la píldora es una mala política de salud pública, porque donde se ha implementado aumentan los embarazos adolescentes, las enfermedades de transmisión sexual y los abortos. No veo al gobierno de Sebastián Piñera, como sí lo hizo el gobierno de Michelle Bachelet, más empecinado en potenciar la entrega masiva de la píldora que en evitar, por ejemplo, que un niño nazca en un baño.

"El gobierno hizo de la píldora un tema electoral y todavía existe gente, como Guido Girardi, que quiere distribuirla a través de dispensadores en los liceos. Él, como médico, debería saber que es una bomba hormonal, que hace mal para la salud. No, la distribución de la píldora no será política pública de Sebastián Piñera".

-No es excluyente lo de la píldora con la atención en los hospitales...

-Sí, pero el gobierno hizo de la píldora un tema electoral y todavía existe gente, como Guido Girardi, que quiere distribuirla a través de dispensadores en los liceos. Él, como médico, debería saber que es una bomba hormonal, que hace mal para la salud. No, la distribución de la píldora no será política pública de Sebastián Piñera.

¿Parlamentarios al gobierno?

-¿Qué le pareció que en el escenario donde Piñera dio su discurso no estuvieran presentes los representantes de los partidos?

-Esos mensajes hay que interpretarlos bien y no decir que se dejó a gente de lado. Yo lo leo de otra manera: la campaña de la segunda vuelta le dijo a la ciudadanía: "Éste será el gobierno de los mejores, no el del cuoteo".

-¿Y qué pasa si el gobierno de los mejores implica que la UDI no esté todo lo representada que quisiese en el gobierno?

-Podría ser, pero no creo que sea lo más lógico, porque es relevante que en el gobierno esté representada la sensibilidad del partido más grande. En el momento que se nombre a alguien sólo por ser independiente, pero que no sea mejor que una persona de RN o de la UDI, eso traerá problemas.

-Por un lado, dice que se gobierne con los mejores y, al mismo tiempo, señala que la UDI no puede estar ausente. ¿No hay una contradicción en ello?

-Lo que pasa es que se tiene que encontrar el justo equilibrio. Es difícil, pero se puede. El justo equilibrio también debe existir en el área más política, porque es mejor evitarse, después de cada reunión, llamar a los dos presidentes de partidos, a los dos jefes de bancada de diputados y a los dos de los senadores, para explicarles por qué están haciendo algo que no está en el ADN de los dos partidos.

-¿Está de acuerdo con que diputados o senadores en ejercicio dejen sus cargos para integrarse al gobierno?

-Siempre he sido contrario a eso. Claro, uno puede optar por nombrarlos, pero a mí no me gusta que los parlamentarios dejen sus puestos para tomar cargos en el Ejecutivo. Estoy convencido de que personas como Pablo Longueira serían ministros increíbles, porque él, por ejemplo, posee una fuerza de trabajo, una inteligencia y una potencia que pocos tienen, pero a la vez creo que existe otra gente que puede hacer muy bien ese mismo trabajo. En el Parlamento se requiere gente con capacidad.

"A pesar de todo lo que me desacreditan, subí mi votación"

Futuros presidenciables

-Usted era de la idea que la UDI tenía que llevar candidato propio, ¿fue un error no hacerlo?

-Se decidió no llevarlo. Para darle legitimidad a nuestro candidato de la centroderecha, una primaria no era mala idea, porque el que pierde siente que tiene un rol de ahí en adelante.

-Entonces cree que una primaria los hubiera dejado en una mejor posición para negociar con Piñera…

-Ver cómo la UDI se cuadró detrás de un candidato único es bien notable. Se ha reconocido el trabajo que hizo la UDI y el hecho de que un año antes decidió no tener un candidato propio que generara discusión en el sector. Además, hoy estamos muy conscientes de que tenemos que hacer un buen gobierno, porque si no será debut y despedida. Ganamos con una diferencia de votos bastante pequeña -a pesar de la corrupción, de los cuoteos de poder y de todos los problemas que tiene la Concertación- porque no hemos avanzado en lo que se denomina cambio social. Eso es lo que tenemos que lograr ahora.

-¿Pero llevar un candidato podría haber dejado en una mejor posición a la UDI para que el presidenciable 2014 de la derecha sea de sus filas?

-El próximo candidato será alguien que reúna las condiciones para darle continuidad a este gobierno. A mí me encantaría que fuera de la UDI y me la voy a jugar por ello. Creo que lo peor que podemos hacer hoy es poner todos los huevos en la misma canasta: debemos levantar varios nombres y después en el interior potenciar a nuestra gente. Pero eso no depende de lo que queramos, porque esto no es cosa de voluntarismo, no es decir "vamos a poner a tal persona", no es hacer lo de Guido Girardi al lanzar, cuatro años antes, el nombre de Carolina Tohá. Habrá muchos ministros y jefes de servicio que se irán posicionando, porque tendrán una tribuna que antes no existía: no nos tendremos que remitir sólo al ámbito parlamentario.

-¿Cuáles podrían ser esos nombres?

-Vuelvo a insistir: hoy es difícil anticiparse, porque por ahora sólo nos hemos remitido al ámbito parlamentario y municipal. Ser gobierno te abre otras posibilidades. Hoy están los de siempre: puede ser un Pablo Longueira o un alcalde destacado, como Pablo Zalaquett o Jacqueline Van Rysselberghe.

-¿Usted estaría disponible?

-Todos están dispuestos, pero si vuelvo a decir que estoy disponible me crucificarán. Siempre que lo digo me retrucan: "Qué tipo más ambicioso". Y lo que yo he tratado de transmitir es otra cosa: cualquier persona que está en política tiene que sincerar a lo que aspira, porque si solamente participara para cuidar mi distrito y mantenerme toda la vida como diputado, sería superpequeño. Creo que todos debiéramos aspirar a ser más en la vida.

-¿Qué le pareció que Piñera señalara que empoderará a sus ministros?

-Algunas personas quieren mantener un protagonismo permanente y nunca juegan en equipo. Eso es un error fatal. Los grupos humanos se potencian en la medida que todos asumen responsabilidades. Eso es lo que tiene que hacer Piñera: no tomarlas todas él, porque cuando uno toma todo, paga los costos de todo. Si él le da la posibilidad a un ministro y éste se equivoca, lo cambia, pero no tiene que cambiar el gobierno entero. Las señales que ha dado de querer empoderar a sus ministros son buenas y eso tiene que preservarse. Hay que tomarle la palabra a Piñera.

Juicio a Coloma

-¿Cómo evalúa el mandato de Juan Antonio Coloma?

-No es un período fácil de evaluar, porque cuando se enfrentan dos elecciones -las municipales y las parlamentarias- se tiene que priorizar. Creo que se pudo haber potenciado más el trabajo interno de la UDI, pero por el tema electoral se postergó. Digamos que fue exitoso en lo electoral y en lo otro estamos al debe.

-Se ha dicho que Coloma está dispuesto a seguir. ¿Qué piensa al respecto?

-Lo que hemos planteado en las discusiones políticas es la idea de postergar el debate hasta la instalación del nuevo gobierno. Incluso, Jovino Novoa planteó postergarlo hasta después de septiembre del 2010.

-Cuando llegue ese momento, ¿intentará nuevamente presidir el partido?

-Mi objetivo no es liderar algo. Yo trabajo por un proyecto. Y si alguien encarna mejor ese proyecto, bienvenido será. Si veo que otra persona reúne todas las condiciones, yo feliz, porque mi objetivo no es poner un ticket y decir: "Fui presidente de la UDI".

-¿Y esa persona podría ser él mismo Coloma? ¿O tiene que ser alguien de otra generación?

-Siento que más adelante -no es el tema de hoy- uno deberá evaluar cómo se hace el traspaso de la generación de la que forma parte Juan Antonio (Coloma), a nuevas generaciones porque si no la brecha que se va produciendo es muy grande. Hoy, una persona menor de 40 años está mucho mejor preparada de que lo que estaba alguien de esa misma edad hace 20 años. Y eso hay que aprovecharlo. En las elecciones pasadas, en la UDI se argumentó que se necesitaba experiencia para enfrentar el tema municipal, parlamentario y presidencial. Bueno, ahora viene un período sin elecciones, donde es mucho más fácil hacer un traspaso en la conducción.

-Durante la campaña presidencial usted dijo que Piñera tendría que conquistar el corazón popular de la UDI. ¿Lo logró finalmente?

-Yo creo que hizo grandes esfuerzos, que en gran medida dieron resultados. O si no, no hubiese ganado. Es casi imposible hacer trabajar a la gente de la UDI por alguien en que no cree.

-¿Y ese "nuevo sentimiento" de la UDI hacia Piñera se mantendrá?

-Ahora vamos a ver cómo es con guitarra.

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