Por Edmundo Paz Soldán y Liliana Colanzi Agosto 6, 2010

José Andrés Sánchez Exeni. 29 años. Periodista. Santa Cruz de la Sierra

José Andrés vivió seis meses en Chile, antes de regresar a Bolivia a seguir la carrera de Periodismo. Actualmente es director de la revista Vamos. Ha vuelto a Santiago en cinco oportunidades y todavía mantiene lazos con los amigos que hizo allí. Él considera que el tema del mar para Bolivia es una estrategia geopolítica básica de todos los gobiernos chilenos.

1-No sé. Chile sabe. En todo caso, no lo creo. Tengo la impresión de que nadie quiere salida al mar, ni Bolivia, ni Chile obviamente. Para nosotros, que consideramos al "dolor" y la "injusticia" como partes inherentes de nuestra historia, no existe mejor excusa para la autocompasión y el narcisismo más extremo que sabernos vapuleados por los chilenos y haber aprendido que esos vecinos malos y feos nos robaron nuestro lindo mar. Estos argumentos alguna vez les fueron útiles a Banzer, a Paz, a "Goni", a Quiroga, a Mesa, y también los utilizó Evo. Digamos que este tema del mar es el comodín eterno de la política boliviana. Entonces, no, muchas gracias, no nos interesa resolver el problema, queremos que exista y persista.

2- No lo sé.

3- El desafío será enorme para nuestra nación. Bolivia es un Estado que a lo largo de toda su historia no sólo ha transado con los contrabandistas, sino que se ha visto reducido por los mismos. La ilegalidad, siento decirlo, será aun más grande. Todo este tema de la salida al mar me parece tan improbable que prefiero tomarlo con humor. ¿Cómo será Bolivia? Depende de qué costa nos toque. Si es el Atlántico, yo estaría feliz y contento, aprendería samba y tendríamos un país de mucha alegría y mejor fútbol. Si es la costa del Pacífico, todo bien, pero no me emociona tanto. En todo caso, tener mar supone cambios profundos y una reconstrucción violenta de la bolivianidad.

4- Tengo una alta valoración de la gente chilena. He conocido a muchos. Al pensar en "el chileno" se me ocurren las siguientes palabras: responsable, serio, práctico, acento gracioso, ultracapitalista -aunque sea de izquierda-, contaminado, yuppie y hippie a la vez.

5- Creo que les perdería algo de respeto.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Annelissie Arrázola Mendívil. 30 años. Consultora e internacionalista. Santa Cruz de la Sierra

Es internacionalista, diplomada en Gestitón Social y Cultural, miembro de las fundaciones Amigarse y Otras Voces, consultora en comunicación para la fundación Avina y socia de la editorial Tatú. Gracias a su trabajo ha visitado varios países en los últimos años, capacitándose y compartiendo experiencias sobre desarrollo y nuevas tecnologías. La única ocasión en que viajó a Chile fue para unas vacaciones, en 1997. Lo que más recuerda es la irritación en los ojos que le provocó la contaminación.

1- La salida al mar para Bolivia no sería mucha complicación: se limitaría a dar un espacio -como una zona franca- para que los bolivianos podamos pasar nuestras exportaciones e importaciones, tal como el puerto de Ilo, en Perú. Más que eso, imposible.

2- No hay qué celebrar: es obligación de Evo y de cualquier otro presidente lograr la reivindicación marítima. Es la única política internacional boliviana que hemos mantenido a lo largo de la historia.

3- Esa pregunta da lugar a equivocaciones porque una cosa es "tener salida al mar" y otra "tener mar". Bolivia jamás tendrá mar: Chile sólo dará opciones de salida al mar. Quizás ayudaría una salida al mar que permita realmente el flujo de las exportaciones bolivianas. Sin embargo, Bolivia tiene problemas internos con el flujo de las exportaciones, como el pésimo estado de las carreteras dentro del país.

4- Los chilenos son gente muy trabajadora y divertida, por lo menos los que he conocido y con los que he compartido. Por otra parte, los diplomáticos y negociadores internacionales chilenos son demasiado inteligentes y firmes en su postura.

5- Mi percepción de los chilenos es la misma con salida o sin salida al mar. Si Chile le da salida al mar aplaudiría al canciller David Choquehuanca, pero siempre dependiendo del tipo de negociación. Habría que analizar qué damos a cambio, porque la negociación de las aguas del Silala con Chile ha sido una derrota para Bolivia y un perjuicio para el pueblo potosino.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Franchesco Díaz Mariscal. 37 años. Guionista de cine y video. La Paz

Es hincha fanático del Colo Colo. Estuvo en el Monumental para el último partido que el Mati Fernández jugó con los albos. "Aún suena en mi recuerdo el cántico de la Garra Blanca: 'Mati que te vaya bien… Mati que te vaya bien… Te lo deseamos el Colo y la Garra Blanca que te vio nacer…'".

1- Chile dará una salida como la propuesta hace unas semanas por el presidente Piñera: a través de puertos chilenos como los de Arica e Iquique, pero sin hablar de soberanía para Bolivia. Es decir, como ironizaba una amiga, llegada al mar pero sin agua. Nunca en La Moneda el asunto de la soberanía ha sido puesto en agenda, porque para la política marítima de Chile está claro que lo obtenido en la Guerra del Pacífico es suyo y así se queda.

2- Un asentamiento boliviano en alguno de los puertos mencionados, lo dudo. Y no porque la intención del presidente Morales no lo quiera así, sino por la carencia de una política y una estrategia claras, por parte de la Cancillería boliviana, para un acercamiento efectivo al Pacífico.

3- Ésta es una de las grandes preguntas que los bolivianos deberíamos hacernos. Se nos quiere hacer creer que el acceso portuario será una panacea maravillosa para todos nuestros males. Por contrapartida, yo me he preguntado siempre "¿para qué queremos mar?", si demostrado está que países mediterráneos pueden y han progresado sin necesidad de él.

4- Más de un amigo y compatriota me considera "chilenófilo", por admirar abiertamente la entereza y patriotismo que tienen, desde que tuve el agrado de conocer este país, en 2004. De los cuatro países que conozco -Argentina, Cuba, Chile y Perú-, nuestro vecino occidental, donde además mi hermano ha hecho su carrera universitaria, es lejos el que más me ha gustado.

5- Para nada. Tampoco pasaría a adorarlos, pero creo que hay una diferencia clara entre lo que es el ciudadano de a pie y los políticos que los gobiernan. Sería un acto atinado y plausible del gobierno chileno, más en esta época, donde predominan el diálogo y las concertaciones, pero ni va a cambiar mágicamente la compleja economía boliviana ni mi apreciación sobre ellos.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Luis Tejada. 46 años. Gerente general de una empresa minera. La Paz

Luis creció con el mar como tema de discusión cotidiano. Cuando era adolescente, su padre, Miguel Tejada Velasco, fue parte del grupo negociador de Bolivia (1975-1978) para conseguir un corredor soberano que uniera la frontera boliviana con el océano Pacífico. Admiró a su padre, y luego hizo suyo su sueño de retornar al mar. De estudiante universitario tenía en las paredes de su cuarto mapas de Bolivia con el proyectado corredor soberano. Hoy es más realista, pero aun así no pierde las esperanzas.

1- No. Bolivia perdió la Guerra del Pacífico y con ella su acceso soberano al Pacífico. En 1975, los dos países plantearon un canje territorial de aproximadamente 2.500 kilómetros cuadrados, equivalentes al 0,3% de la superficie de Chile y al 0,2% de Bolivia. Esta alternativa es aún viable, pero los dos gobiernos temen las repercusiones internas.

2- No. Bolivia en estos momentos no cuenta con una política internacional clara y ninguna circunstancia puede cambiar la posición de Chile. La alternativa de canje territorial podría ser planteada con Evo si Chile la propiciase, pero su asimilación y aceptación por las dos naciones puede tomar varios años.

3- Mejoraría en el encierro psicológico y esto es muy positivo. Si se construyera una ciudad puerto boliviana, como se proyectaba en 1975, con buena infraestructura y políticas claras de comercio exterior, haría que Bolivia fuese más competitiva.

4- Es un país bien organizado, donde a lo largo de casi toda su historia ha estado el imperio de la ley, y su gente es trabajadora, simpática y cordial. Sin embargo, el tema marítimo con Bolivia no tiene una buena receptividad colectiva. Habría que analizar si un eventual canje territorial sería asimilado y aceptado por los chilenos.

5- Un eventual desprendimiento y madurez de los chilenos sería un ejemplo de unión de los estados en la región y en el globo. El puerto de Áqaba en Jordania es un ejemplo de canje territorial con acceso marítimo que muestra que es posible unir dos pueblos en beneficio mutuo.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Juana Bueno Murillo. 55 años. Vendedora de periódicos y revistas. Cochabamba

Juana nació en Potosí, pero se vino a vivir a Cochabamba hace más de treinta años. Es dueña de un popular kiosco en la plazuela de la Recoleta. Lo administra desde hace treinta años. El kiosco se encuentra cerca del Hotel Cochabamba, por lo que ha debido tener clientes chilenos, aunque no sabe distinguirlos de los demás.

1- Qué le va a dar. Imposible. Es un sueño que nunca se realizará.

2- No. Eso está "verde".

3- Tal vez aumentarían nuestros recursos. Hubiese más movimiento, más circulante.

4- Casi nunca he tratado con un chileno. Pienso que son buena gente.

5- Tendría que charlar con ellos para ver cómo son.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Emily Siles. 21 años. Mesera. Cochabamba

Emily nació en la provincia de Aiquile (Cochabamba). Llegó a la ciudad hace cuatro años. Celebraba en el colegio el Día del Mar, y siente que sus profesores hablaban mal de Chile y los chilenos, pero no cree que eso haya influido de una manera u otra en ella. No conoce el mar, y tiene curiosidad por estar alguna vez en una playa.

1- No creo.

2- No.

3- Será algo positivo desde el punto de vista económico.

4- Ni bien ni mal. Me son indiferentes.

5- Por supuesto que sí. Cambiaría de manera favorable.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Álvaro Trujillo. 23 años. Taxista. Cochabamba

Álvaro nació en Potosí, pero ha vivido casi toda su vida en Cochabamba. Hace tres años que trabaja como taxista. Vio la película Malta con huevo ("bien interesante el acento de los personajes"), y considera que Chile tiene muy buenos futbolistas: Matías Fernández, Alexis Sánchez, Manuel Pinto. Le encantaría conocer el mar.

1- Creo que no. Sólo es una estrategia de todos los gobiernos, que nos lo prometen. Ni de aquí ni en cien años. Si nosotros estuviéramos en el lugar de Chile, no lo haríamos.

2- No. Ni con Evo ni con nadie.

3- Cambiaría mucho, sobre todo la economía, el desarrollo del turismo.

4- No sé qué responder. No conozco a ningún chileno. Algunos padres enseñan a odiar a los chilenos, a satirizarlos. Se habla mal de ellos. Yo no los odio y tampoco hablo mal de ellos. Capaz que, si los conociera, podrían ser mis amigos.

5- Sería lo mismo. Cambiaría mi percepción de los gobiernos de Bolivia y Chile, pero no de Chile ni de los chilenos.

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Mauricio Machicao. 44 años. Economista y empresario. Cochabamba

Mauricio trabajó durante mucho tiempo en una compañía telefónica. Apoyó a Evo durante las elecciones, y aunque está desocupado desde hace un par de meses, no cree que la culpa sea del gobierno. Sin embargo, ahora no apoya a Evo como antes, debido a que, dice, el cambio prometido se ha quedado en más corrupción, en más pobreza. Ha viajado a Chile un par de veces, y le ha impresionado la limpieza de Santiago, y la forma en que los chilenos respetan a la policía. Arica le ha parecido poca cosa.

1- No estoy seguro de que en esta vida pueda ver eso, ojalá mis hijos.

2- No, salvo que exista una buena predisposición del gobierno chileno. No creo que en Bolivia tengamos un equipo de negociación (ni lo hayamos tenido) capaz de poder negociar la salida al mar con Chile.

3- Cambiaría radicalmente; calculo que el PIB de Bolivia podría incrementarse de 3% a 5% de tener una salida al Pacífico. Todo el norte, específicamente Iquique y Arica, se beneficiaría enormemente de la situación boliviana si toda mercadería que ingrese o salga de nuestro país tenga que hacerlo por los puertos chilenos. Ahora que se incrementarán las salidas de los productos brasileros a los mercados asiáticos, se hará pasando por nuestro país, pero se beneficiarían más los puertos del norte de Chile, convirtiéndose Bolivia sólo en un país de tránsito, con muy poco ingreso percibido.

4- Bolivia, para prácticamente todos nuestros vecinos, ha sido considerado como el país donde se puede obtener la materia prima mas económica, así como sacar la explotación de nuestros recursos naturales y humanos. Los empresarios chilenos no están exentos de este concepto: en este ámbito de la globalización y unificación de mercados son los "nuevos colonizadores".

5- Sería un buen comienzo para empezar a pensar diferente de nuestros vecinos. Aunque, disculpa si pienso ¿por qué nos lo querrían devolver?

El mar, Chile y un sueño ¿imposible?

Mariana Prado. 28 años. Funcionaria pública. La Paz

Dos de sus amigos más entrañables son chilenos. Uno vive en Santiago y veranea en Pucón, "en una cabañita igualita a las que hay en Suiza". El otro es de Putre, su familia se dedica a las artesanías y está casado con una alemana. Mariana dice que "ambos parecen de un Chile completamente diferente".

1- Creo que sí es el momento en que ambos países se planteen otras alternativas para encarar este asunto. Ya es un tanto cansino que como bolivianos insistamos en tener una salida soberana sólo con el pretexto de haber sido víctimas de una guerra injusta y más bien, dejando de lado los lamentos, discutamos con los chilenos los beneficios que podrían tener al dejarnos circular por allí con libertad.

2- Que el gobierno de Piñera haya retomado la agenda de los trece puntos que dejó pendiente Bachelet no es un dato a desdeñar. Considero que Evo puede acercarse a lograr la salida al mar en mejores condiciones que otros gobiernos porque, a diferencia de otros momentos en nuestra historia, ¡tenemos cosas que ofrecer! La proyección del corredor interoceánico carretero y ferroviario sólo tendrá sentido si Chile está dispuesto a ofrecernos mejores condiciones para circular por su territorio hasta llegar al mar; la carga del Mutún -nuestro yacimiento siderúrgico más importante- sólo activará la economía del norte chileno si nos dejan pasar; grandes volúmenes de soya brasilera y boliviana saldrán por sus puertos si es que nos olvidamos de todo aquello que nos separó durante tanto tiempo.

3- Más allá de lo que nos pueda ocurrir en el plano económico o político, espero que el recuperar la salida al mar, con o sin soberanía, signifique que tenemos una cosa menos de la cual quejarnos. Ojalá no reemplacen el desfile del Día del mar con el desfile del día en que volvimos al mar.

4- Tengo dos viajes en mi haber y un reclamo. En mis dos viajes me sentí agobiada por la velocidad a la que ocurren las cosas en Santiago y maravillada por su capacidad emprendedora. Ahora va el reclamo: ¿por qué están tan sucias las playas de Arica? ¿Qué pasa si pronto nos toca compartirlas?

5- No, de ninguna manera, sólo que sería tan estupendo olvidar todo lo que en algún momento nos separó.

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