Chilenos y peruanos tienden a coincidir en temas insospechados. Uno de ellos es el de la importancia de Chile dentro de América Latina: mientras el suyo es el país más importante de la región en el imaginario de muchos chilenos, en la perspectiva de los peruanos ocupa el segundo lugar, precedido únicamente por Brasil. Es decir, se le atribuye más importancia que a países como México, el cual cuenta con una economía sensiblemente mayor que la chilena, o que a países como Colombia, que tiene un gasto de defensa superior al de Chile.
Esto sugiere que la pregunta que realmente preocupa a parte de esos encuestados es cuál sería el país de América Latina más importante para el Perú, y ese país es Chile: ambos estados han sostenido una rivalidad histórica y están involucrados en un diferendo limítrofe. Además, el gasto de defensa de Chile triplica el del Perú y, como revelan otras encuestas, la asimetría en la interdependencia económica (la inversión de empresas chilenas en el Perú es unas cinco veces mayor que la inversión de empresas peruanas en Chile) es percibida por un sector de la sociedad peruana (de manera errónea, en mi opinión), como un riesgo de seguridad. Lo cual probablemente ayude a entender otra coincidencia peculiar, y es que son muy pocos, tanto en Chile como en el Perú, los que piensan que su gobierno acatará sin cortapisas el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre su diferendo limítrofe.
De otro lado, la razón por la cual muchos chilenos creen que su país es importante en la región y en el mundo no es del todo evidente, pero sugiero una hipótesis: no se trata tanto del papel de liderazgo que el Estado chileno haya asumido en foros regionales y globales (más de la mitad de los encuestados creen que su país participa de "iniciativas regionales con otros países latinoamericanos sin pretender ser el líder"), sino por el efecto demostración del modelo económico y político que encarna Chile, percibido como el más exitoso de la región en las últimas décadas.