Por Lorena Rubio Julio 21, 2011

El martes pasado, a última hora de la tarde, la máxima autoridad de Canal 13, René Cortázar, se comunicó con Ignacio Walker, presidente de la DC,  partido en el que milita. En una conversación breve, el ex ministro de Transportes  le comentó que la comisión de ética ya había respondido la consulta hecha por el senador el jueves 14 sobre la formulación de cargos en su contra por la SVS, en su calidad de ex director de La Polar.

- Sí, me llegó el aviso de Sergio (Molina, presidente del órgano que vela por la ética de los militantes) -respondió Walker, al otro lado de la línea.

- ¿Y entonces? -soltó un serio Cortázar.

-Estamos preparando un comunicado que deja clara tu situación. No te preocupes.

- OK. Adiós -se despidió el hombre fuerte del 13.

El miércoles, un comunicado dado a conocer por el propio Walker consignaba que la comisión que preside  el ex ministro de Educación Sergio Molina había descartado un "reproche ético a René Cortázar".

Con este diálogo se desactivaba una polémica que pegó fuerte en la DC. No sólo porque afectaba a uno de los militantes con mayor exposición pública de esa colectividad; sino porque la consulta del presidente del partido se daba en momentos en que la figura de los directores de sociedades anónimas está fuertemente cuestionada.

Para Cortázar, enterarse de la decisión de su amigo y camarada por 30 años fue brutal. Ministro en dos administraciones de la Concertación, ex director ejecutivo de TVN y director por parte de las AFP en media docena de compañías, a su juicio lo ocurrido sembraba un manto de duda que no estaba dispuesto a aceptar.

"René estaba indignado. Consideraba la decisión de Walker una falta de criterio, dada la coyuntura actual", dice un miembro de su círculo íntimo.

El momento en que se conocía la decisión, asegura un amigo de infancia del hombre fuerte del 13, no podía ser peor. Lo ocurrido con La Polar produjo un clima de desconfianza hacia toda la clase empresarial y había reflotado el tema sobre los conflictos de interés. Para el ex ministro de Transportes un motivo adicional de agravio era que su caso fuera presentado ante la comisión de ética de la DC junto con el del ex presidente de EFE Luis Ajenjo, formalizado por fraude al Fisco.

Cortázar habría comentado a su entorno que "ni en los momentos más álgidos y complejos del Transantiago se había sentido tan vapuleado".

El backstage

La conversación de este martes era la segunda entre Cortázar y Walker en menos de una semana. Desde que se conocieron, en 1985, cuando trabajaron en Cieplan, los correligionarios habían mantenido una relación cercana.

"No es que sean los mejores amigos, pero son parte de un grupo dentro del partido que hasta hace unos meses se reunía cada cierto tiempo, junto a figuras como Claudio Orrego y Mariana Aylwin", señala un cercano a ambos.

El jueves de la semana pasada, Walker recibió en su celular el llamado de un furioso Cortázar. Esa mañana el presidente de la DC había realizado sus tradicionales desayunos con la prensa y,  había informado que la directiva había decidido consultar a la comisión de ética por la situación de "los camaradas" Ajenjo y Cortázar.

Lo ocurrido se convirtió en comentario obligado en las filas falangistas, pues confrontaba a Walker y Cortázar, dos figuras con amistades y redes en común. Rápidamente, se formaron bandos a favor de una y otra posición. Entre los miembros de la mesa, el diputado Jorge Burgos fue el único que manifestó personalmente su discrepancia con la medida.

A favor de llevar el caso de Cortázar a la comisión estuvieron, por parte de la directiva, además de Walker, la ex ministra Laura Albornoz y los diputados Fuad Chahín y Víctor Torres.

El conflicto estuvo a punto de convertirse en un punto de quiebre al interior de la DC. Además de los "históricos" de Cieplan, Andrés Zaldívar autorizó que su nombre fuera parte de la carta de apoyo a Cortázar. A último momento se retiró la firma del parlamentario.

"Fui partidaria de que a Ajenjo se le pasara al Tribunal Supremo (TS) y de suspenderle la militancia.  Asimismo, solicité que se pasara a la comisión de ética a Cortázar", sostiene la ex ministra del Sernam. Albornoz explica que "tiene la mejor opinión del expertise técnico de René". Sin embargo, agrega, los últimos hechos requieren "pronunciarse sobre la actuación que corresponde a un camarada que se desempeña en la esfera privada".

El conflicto que casi llegó al Congreso

El viernes 15 los teléfonos comenzaron a sonar repetidamente en la sede de Cieplan, en la comuna de Vitacura. El centro de estudios es probablemente uno de los lugares que más vínculos históricos generan entre Cortázar y el ex canciller. Les había tocado coincidir en el think tank fundado por Alejandro Foxley en los 80 y, a comienzos de 2000, cuando la llegada de Bachelet al gobierno produjo un "rearme" del centro de estudios.

Por ello, varios de los "históricos" del que fuera el centro de referencia más relevante para los opositores al régimen militar en la década de los 80 decidieron actuar frente a lo que estaba ocurriendo.

Coordinados por el ex presidente ejecutivo de Codelco José Pablo Arellano, Foxley, el gerente de BancoEstado, Pablo Piñera, y el ex ministro de Hacienda Andrés Velasco emitieron una declaración en la que respaldaban a Cortázar.

El viernes a mediodía redactaron un comunicado y a las 16.00 lo enviaron a los medios de comunicación.

La misiva, incluso, estuvo a punto de convertirse en un punto de quiebre al interior del partido. Además de los "históricos" de Cieplan, el senador Andrés Zaldívar autorizó que su nombre fuera parte de la carta de apoyo al ex ministro. A último momento se retiró la firma del legislador para no seguir escalando la controversia y provocar un quiebre en la DC.

¿Ajustando cuentas?

Luego de lo ocurrido, varios en la sede de la DC señalan que se trata de un "ajuste de cuentas" contra Cortázar, a quienes algunos sectores del partido critican su perfil excesivamente empresarial. "Que se haya ido a trabajar con el grupo Luksic molestó a muchos", dice uno de sus detractores.

El alejamiento de la Iglesia, luego de su llegada a Canal 13, también le granjeó críticas al interior de la colectividad. Walker ha reconocido que su inclusión en la consulta a la comisión de ética fue fruto de presiones. Según ha confidenciado a sus más cercanos, "durante dos semanas se vio sometido a las quejas de consejeros, dirigentes y militantes de todo el país, quienes se quejaban por el silencio de la DC respecto a la participación de Cortázar en el caso La Polar". Los partidarios del presidente de la estación, en tanto, insisten en que lo ocurrido fue "innecesario" y que la resolución del grupo que preside  Sergio Molina es la prueba tangible de que la consulta no correspondía.

Walker defiende la decisión."Esto no tiene nada que ver con las amistades, sino con el funcionamiento de las instituciones", dijo a Qué Pasa.

Mientras tanto, Cortázar prepara junto a su abogado Ramón Cifuentes sus descargos ante la SVS, en donde describirá su rol como miembro del directorio de la multitienda entre mayo y octubre de 2010. Esgrimirá que entre las funciones que le competen a un director de una sociedad anónima no se incluye contrastar la información previamente auditada y revisada por la administración.

A sus cercanos ha transmitido que, en caso de ser sancionado con una multa, apelará en todas las instancias que corresponda. "Por ningún motivo permitirá que un caso como éste salpique su impecable trayectoria en la esfera privada", señala una fuente que está en permanente contacto con el ex ministro de Bachelet.

Los "duros" de la mesa advierten, por su parte, que una vez que se conozcan las sanciones contra los ex directivos de la cadena de retail, lo que debiera suceder de aquí a fin de año, volverán a la carga. "Eso sí, ahí pediremos que su situación sea revisada por el Tribunal Supremo", advierte Fuad Chahín.

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