Hombres de derecha
"Me da risa cómo se sacan los ojos entre ustedes, huevones momios". La frase es del gerente de comunicaciones de la ANFP, Claudio Olmedo, quien se la regaló a su jefe, Harold Mayne-Nicholls, en medio de la controversia política que cruzó las elecciones de la ANFP. (...) Es que, como el propio Olmedo asegura: "Harold, sin ser fanático, es un hombre de ideas de derecha".
Al funcionario FIFA nunca le gustó el mote de derechista. Él se declara independiente y asegura que cuando participó como candidato en una elección universitaria, su lista "sólo recibió el apoyo del gremialismo, pero yo era independiente". Su círculo de amigos y conocidos más cercanos afirman, sin dudar, que Mayne-Nicholls siempre "ha estado más cerca de la derecha que de la izquierda, eso está claro". El propio dirigente reconoció alguna vez que había votado por el UDI Joaquín Lavín en una elección presidencial.
(...) A mediados de 2007, mientras viajaba junto a su asesor jurídico René Reyes a Valparaíso, Mayne-Nicholls habló de política en el trayecto a la Quinta Región. Según relata Reyes, "como íbamos al Congreso a discutir la Ley del Estatuto del Jugador, salió el tema de la política y yo le pregunté de qué tendencia se consideraba. Recuerdo que Harold se rió y me dijo que para él Avanzada Nacional era de izquierda".
Los relojes de Havelange
Miguel Nasur es uno de los dirigentes de mayor recorrido en el fútbol chileno. En 1985 llegó a la presidencia de la ANFP, desde donde generó lazos de amistad con el presidente de la FIFA, João Havelange, quien incluso viajó a Chile para ser padrino de uno de sus hijos.
El año 1990, cuando en Chile gobernaba el presidente Patricio Aylwin y en la ANFP el empresario español Abel Alonso, dos senadores de Renovación Nacional le pidieron a Nasur que les gestionara una reunión con el Dr. Havelange, aprovechando que tenían que viajar a Europa y no tendrían problemas de pasar por Zúrich, Suiza, si es que el presidente de la FIFA los recibía. Nasur accedió sin problemas, se entusiasmó y se embarcó junto a los parlamentarios.
Ya en Zúrich, Nasur, los dos senadores, un amigo de ambos y las respectivas esposas se instalaron en un hotel cercano a la sede oficial de la FIFA. Cuando estaban recién acomodándose, Nasur se encontró con otros dos chilenos: Francisco Aylwin, gerente de comunicaciones de la ANFP, y un joven Harold Mayne-Nicholls, en ese entonces jefe de prensa de la selección chilena de Arturo Salah.
"Fue un poco inadecuado el rol que cumplió Michelle Bachelet allá en Sudáfrica", comenta el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. "Harold le prestó esa tribuna en un momento que el país había cambiado democráticamente de autoridades (…) Creo que no se cumplió con el mínimo protocolo y eso nos molestó mucho".
(…) Nasur era un reconocido enemigo de Abel Alonso, quien años después lo metió preso en el anexo Cárcel Capuchinos por un lío económico, y se suponía que Havelange debía recibir a la delegación oficial de la ANFP.
Intrigados, los representantes de Quilín llamaron a Santiago y la instrucción de Alonso fue tajante: "Hablen con Havelange y díganle que no reciba a esa gente". Aylwin y Mayne-Nicholls hicieron la gestión, pero recibieron un portazo en la cara. Havelange les mandó a decir que él se reunía con quien quería.
Al día siguiente, por la noche, dos limusinas pasaron a recoger al hotel a los dos parlamentarios, su amigo, Nasur y sus esposas. Tras un pequeño tour, los dejó en uno de los restaurantes más elegantes de la capital suiza. Ahí los esperaba para cenar Havelange, quien les contó el "incidente" que había tenido con la delegación de la ANFP.
(...) Cuando ya estaban por regresar al hotel, Havelange mandó a uno de sus asistentes a buscar unos paquetes. Al llegar el encargo, João se puso de pie, sacó unas pequeñas cajas y le regaló un reloj Longines de oro a cada una de las esposas de los parlamentarios de Renovación Nacional presentes esa noche: Ignacio Pérez-Walker y Sebastián Piñera Echenique, y a la mujer del amigo de ambos políticos, Carlos Alberto Délano (futuro accionista de Azul Azul).
(…) Ya en la limusina de regreso al hotel, Piñera, intrigado, interrogó a Nasur por la fracasada petición de los dirigentes de la ANFP y le preguntó quién era el joven que estaba acompañando a Pancho Aylwin. Ésa fue la primera vez que el futuro presidente de Chile escuchó hablar de un tal Harold Mayne-Nicholls Secul.
Los estadios y el llamado
En su paso por la FIFA, Harold aprendió que un organismo como la ANFP tenía la necesidad de mantener la mejor de las relaciones con las autoridades políticas del Estado y las del mundo empresarial, bastiones fundamentales en el desarrollo de cualquier programa o plan que buscara levantar al alicaído fútbol chileno. Apenas llegó a la presidencia de Quilín, el periodista les dejó muy en claro a sus colaboradores que "la ANFP siempre es de gobierno, siempre será oficialista, no importando quiénes sean los gobernantes de turno".
(…) Así, la "nueva ANFP" debía acercarse al gobierno de la Concertación, misión en la que cumplió un rol fundamental Claudio Olmedo. El periodista aprovechó sus variados contactos políticos, consiguiéndole una serie de reuniones con ministros y subsecretarios a Mayne-Nicholls. Una vez electo el antofagastino en Quilín, Olmedo realizó las gestiones para que fuera recibido por la presidenta Bachelet.
La Caída de Harold
(...) En paralelo a esos encuentros en La Moneda, Mayne-Nicholls no les cerró la puerta a sensibilidades políticas distintas a las de la Concertación. El miércoles 4 de abril del año 2007 visitó a Sebastián Piñera en sus oficinas de la Fundación Futuro. El ex candidato presidencial y controlador del 8% de las acciones de Blanco y Negro invitó a almorzar al dirigente para presentarle un proyecto que lo tenía muy entusiasmado. El RN le había encargado a los destacados arquitectos Gonzalo Mardones y Cristián Boza proyectar y diseñar la remodelación de diversos estadios a lo largo y ancho de Chile. Con el financiamiento de su fundación, el político y Mardones recorrieron varios estadios del Viejo Continente en una gira que incluyó, como invitado, al gerente general de la ANFP, Gustavo Camelio.
(…) Sin embargo, apenas un mes y medio después, Piñera se enteró, mientras escuchaba el tradicional discurso presidencial del 21 de mayo, que la remodelación de los estadios ya no iba a ser un capital político de su propiedad. Más bien, todo lo contrario. Porque el primer espaldarazo para Mayne-Nicholls desde La Moneda llegó rápido y fue importante, a sólo cuatro meses de haber asumido en Quilín. La Presidenta de la República, durante su cuenta anual en el Congreso Nacional, comunicó su decisión de crear una comisión para estudiar la inversión de recursos estatales en la remodelación de algunos estadios del país.
Y cuatro días después, el 25 de mayo, la mandataria presentó en el palacio de gobierno a la "Comisión Red de Estadios Bicentenario". Se trataba de un grupo de expertos relacionados con el deporte, el que tendría la misión de definir la utilización de los más de 110 millones de dólares que el gobierno invertiría en infraestructura deportiva. El millonario presupuesto estaba destinado a cuatro recintos que iban a ser utilizados en el Mundial Femenino Sub 20, torneo que organizaría Chile a fines del año siguiente, en noviembre de 2008. Presidido por el ministro secretario general de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, el equipo estaba integrado, entre otros, por el timonel titular en Quilín.
(…) A Piñera no le cayó en gracia ver a la presidenta Bachelet, junto a Mayne-Nicholls, anunciando un proyecto que era "curiosamente similar al que le había presentando la Fundación Futuro a la ANFP", según afirman cercanos a la fundación.
Aquellos que conocieron de cerca la historia relatan que "Piñera se molestó mucho con Harold y lo llamó por teléfono directamente a la ANFP". En el edificio de Quilín, varios funcionarios afirman que desde la oficina de la presidencia del fútbol chileno se escuchó a un Mayne-Nicholls "levantando la voz y discutiendo muy fuerte con Piñera". Y hoy, varios años después, es el propio ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, generalísimo del empresario durante la campaña electoral que lo convirtió en presidente, quien reconoce la veracidad de esa conversación telefónica: "Sí, ese llamado existió. No puedo asegurar el tono de la conversación porque no la escuché, pero lo que sí es real es que hubo mucha molestia por parte de Sebastián Piñera, ya que el proyecto que terminó presentando el gobierno era muy parecido al de la Fundación Futuro. Fue algo feo; eso no se hace, a mi juicio".
Cuestión de feeling
Era tal la simpatía que le tenía Marcelo Bielsa a Michelle Bachelet, que durante el Mundial de Sudáfrica, evento al que la ex presidenta asistió como invitada especial de la ANFP, se produjo una anécdota que no había sido desclasificada.
¿Tenía razones el gobierno para querer la salida de Harold? Sí, y muchas. ¿Le convenía al gobierno la salida de Harold y Bielsa? Para nada; independiente de la relación tormentosa y los conflictos, todo aquello constituía un mal menor en comparación al costo político que pagó el Ejecutivo al verse involucrado.
El viernes 21 de junio, la Roja disputó su segundo partido de la Copa del Mundo ante Suiza, en Puerto Elizabeth. Tras el duelo que ganó Chile por 1-0, el plantel y la delegación tomaron un vuelo la misma noche del partido para regresar al lugar de concentración, cerca de la ciudad de Nelspruit. Al salir del estadio y abordar los buses que los llevarían al aeropuerto, a los dirigentes, miembros del plantel e invitados de la delegación se les entregaron sus respectivas tarjetas de embarque para que las presentaran en el terminal aéreo. Cuando le estaban entregando el papel a la ex presidenta, una ráfaga de viento sopló fuerte y la tarjeta de embarque de la invitada se voló, cayendo debajo de la rueda delantera derecha de uno de los buses de la delegación nacional.
Antes de que alguien alcanzara a reaccionar, Marcelo Bielsa se percató de la situación y partió raudo tras el papelito. "Los que estábamos ahí no lo podíamos creer", relata un funcionario de la ANFP presente esa noche: "Bielsa se tiró literalmente de guata debajo del bus, rescató la tarjeta, se puso de pie todo sucio por la tierra del piso y le entregó el documento a la ex presidenta, quien se sonrojó y le agradeció el gesto al técnico".
"Tía Bachelet"
Mientras en Sudáfrica Harold y la ex presidenta cantaban disfrutando del Mundial, en Chile la imagen de la máxima figura de la Concertación como invitada de honor de la ANFP no caía nada de bien en La Moneda. "Sí, fue muy molesto y se comentó", reconoce el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, para quien "fue un poco inadecuado el rol que cumplió Michelle Bachelet allá en Sudáfrica, porque se fue a dormir a la concentración, y pienso que ella usó esa posición para su bien político. Harold le prestó esa tribuna en un momento en que el país había cambiado democráticamente de autoridades. No se cumplió con las formalidades que la convivencia pacífica demanda. Hay ciertas cosas que uno tiene que cumplir; si yo soy presidente de una federación, no puedo darle privilegios de jefe de Estado a una ex Presidenta de la República. Más aún cuando el presidente en ejercicio no pudo asistir para no descuidar la reconstrucción tras el terremoto. Creo que no se cumplió con el mínimo protocolo y eso nos molestó mucho".
(…) El viernes 25 de junio, en el Estadio Loftus Versfeld de Pretoria, se vivió una de las anécdotas que marcaron la estadía de la ex presidenta en el Mundial de Sudáfrica. Esa noche, el equipo de Bielsa avanzó a los octavos de final del certamen, pese a perder por 2-1 ante España. Tras el partido, los jugadores celebraron la clasificación en el camarín, hasta donde llegó la ex presidenta para felicitar al plantel. Al verla, el cuerpo técnico le permitió el ingreso a la doctora a una zona del vestuario anterior a las duchas. En ese lugar, Vidal, Sánchez, Bravo y todos los futbolistas de la Roja comenzaron a cantar, alrededor de la ex jefa de Estado, un contagioso "tía Bachelet". La festiva e íntima escena fue presenciada desde la puerta del camarín por Felipe Israel y Gabriel Ruiz-Tagle. Para evitar más conflictos, el vicepresidente de la ANFP decidió hacer ingresar al subsecretario al camarín, donde el representante del presidente Piñera felicitó al plantel de parte del gobierno. Tras acompañar a Ruiz-Tagle hasta la salida, Israel regresó al vestuario y se encontró con un alterado Luis María Bonini. El preparador físico le manifestó la molestia del cuerpo técnico por el ingreso de un "político" al camarín sin el consentimiento de Bielsa. Israel le argumentó que cómo les iba a molestar si cuando entró Ruiz-Tagle ya estaba Bachelet, a lo que Bonini le respondió con un decidor "la ex presidenta es otra cosa. Es nuestra invitada porque es una amiga de la selección".
La Caída de Harold
La mano y las pastillas
El técnico rosarino había sorprendido a todo Chile. Al momento de ingresar con el resto del plantel a uno de los salones del palacio de La Moneda, Bielsa primero pasó por alto el saludo del subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle. Luego, y delatado por las cámaras de televisión, tuvo la misma intención con el presidente Piñera. Pero el mandatario le estiró el brazo y el técnico lo saludó muy fríamente.
(…) Difícil entender las motivaciones de Marcelo Bielsa esa mañana en La Moneda. ¿Fue intencional el impasse o simplemente no se percató? ¿Quiso indisponer al presidente ante la ciudadanía o todo fue un malentendido? Juan Carlos Berliner, uno de los chilenos que más compartieron con Bielsa en sus tres años y medio de estadía en Juan Pinto Durán, dice tener la respuesta. Desde la gerencia de selecciones conoció al Bielsa íntimo. Viajó con el rosarino por el mundo y cuenta un aspecto desconocido del técnico que, según Berliner, explica lo que ocurrió esa jornada de julio en el palacio de gobierno: "Independiente de que Bielsa no quería ir a La Moneda por un tema deportivo, ya que consideraba que en Sudáfrica no se había hecho nada extraordinario como para merecer una recepción de ese tipo, hay algo que la gente no conoce de él. Bielsa les tiene fobia a los aviones, le da terror cada vez que tiene que tomar un vuelo y por eso se empastilla al momento de subir a un avión. De verdad, yo creo que ese día llegó algo ido a La Moneda y ni se enteró de lo que hizo hasta que lo vio por televisión. Sé que puede sonar a cuento, pero es totalmente cierto. Ese día llegó empastillado a la recepción con el presidente".
Una mano lava la otra
El jueves 2 de diciembre del año 2010, el fútbol chileno estaba entrabado en un entuerto legal tras las elecciones del 4 de noviembre. Jorge Segovia había derrotado a Harold Mayne-Nicholls, pero su victoria se encontraba en entredicho por el incumplimiento de uno de los artículos de los estatutos de la corporación. En medio de la incertidumbre, personeros del continuismo y la oposición a la directiva derrotada agotaban esfuerzos para salir del enredo jurídico a través de una lista de consenso que se hiciera cargo del fútbol chileno.
Justo ese jueves 2, La Moneda se vio sacudida por la encuesta Adimark de noviembre. El estudio mostraba una baja de 13 puntos en el respaldo ciudadano a Piñera (50%) y un aumento de diez puntos en la desaprobación (36%). Según los analistas políticos, los resultados del sondeo estaban en línea con un sondeo de Imaginaccion y Cooperativa en la semana posterior a los comicios en Quilín y que reveló que un 57,7% de los encuestados creía que existió intervención por parte del presidente Piñera en las elecciones del fútbol.
(...)Ésta es la transcripción de algunos párrafos de un correo electrónico escrito y enviado a las 17:32 del jueves 2 de diciembre; el mismo día que se conoció la encuesta Adimark. En el e-mail se puede apreciar, descarnadamente, que en la elección de la ANFP se cruzaron intereses políticos, deportivos, económicos y personales:
Estimado...
Y hoy quedó una "escobita" en Palacio. La encuesta, sus razones y sus consecuencias no son menores para el Presidente. Si yo hablase y lo involucrara y detrás Bielsa hace lo mismo, le va a costar un huevo reponerse. Entonces hay que jugar con eso. Y ser inteligentes.
Ahora puedes llamar a Ruiz-Tagle y decirle claramente: quieres salvar al Presidente o dejamos que siga cuesta abajo en la rodada. ¿Cómo? Muy simple: que Colo Colo le quite el piso a Segovia y que proponga la separación de la ANFP con la Federación. Que lideren.
¿A cambio de qué? Harold aparece con el Presidente pidiendo el Mundial Sub17 masculino 2015 para Chile (que ya pedí) y deja claro que entre ellos no hay problemas y que nunca los hubo. Una mano lava a la otra... las dos la cara.
Juégate ese full con el chico. No tiene esta vez escapatoria.
Los nombres de los protagonistas de la comunicación, remitente y receptor, no los puedo liberar por razones legales. Pero basta con hacer un mínimo análisis para darse cuenta de que, en la historia de La Caída, la frontera entre buenos y malos, víctimas y victimarios, era mucho más difusa de lo que la gran mayoría de la gente creía.
La lógica del poder
Desde que la industria del fútbol cambió y se abrió a las sociedades anónimas, las conexiones entre el poder económico, político y directivo se multiplicaron varias veces.
Mayne-Nicholls protagonizó conflictos muy duros con autoridades de gobierno o tomó determinaciones y actitudes que molestaron mucho a La Moneda. Esos conflictos, determinaciones o actitudes se produjeron en instantes cruciales para la ANFP debido a la pugna por los excedentes del CDF. Mayne-Nicholls enfrentaba desde el 2009 el surgimiento de un germen opositor en el Consejo de Presidentes, y eso se vio potenciado por los problemas con el gobierno. Todos los líderes de la oposición a Harold están vinculados directamente con funcionarios y personeros de diversos rangos en el gobierno central.
¿Tenía razones el gobierno para querer la salida de Harold? Sí, y muchas. ¿Le convenía al gobierno la salida de Harold y Bielsa? Para nada; independiente de la relación tormentosa y los conflictos, todo aquello constituía un mal menor en comparación al costo político que pagó el Ejecutivo al verse involucrado. ¿Fue inteligente el gobierno en el manejo de la crisis? En lo absoluto. Piñera y Ruiz-Tagle pagaron el precio de su tozudez al no vender sus acciones de Blanco y Negro al momento de asumir sus cargos. Al final tuvieron que hacerlo igual. Es el propio ministro Hinzpeter quien reconoce que esa situación influyó en la teoría de la intervención gubernamental: "Creo que al final la pelota terminó saltando para acá (La Moneda), porque tanto el presidente Piñera como el subsecretario Ruiz-Tagle tenían participación en un club opositor a la mesa de la ANFP. Pero este gobierno tenía cosas mucho más importantes que andar preocupándose de una elección gremial en el fútbol. Por lo demás, si la gente estaba contenta con Bielsa y Harold, no tiene ninguna lógica pensar que el presidente o algún ministro se va a arriesgar a ponerse en contra de dos personalidades que le hacen bien al país, nos caigan bien, mal o más o menos".
Tras el análisis de la intervención, lo que se configura es un mapa de varios escenarios que actuaron, indistintamente, en forma independiente o conectada. Primero, que la operación fue una decisión lógica de poder tras las varias señales negativas que envió Harold. Segundo, que existió un lobby no oficial desde algunos personeros del gobierno que tenían interés de ver perder a Mayne-Nicholls. Tercero, que La Moneda no fue capaz de anticipar el escenario que se le presentaría ante la opinión pública. Y, por último, que Mayne-Nicholls se victimizó en la pugna con el gobierno, olvidando que él también es un político.