Hace tres meses, el empresario DC Juan José Santa Cruz citó en su casa a un grupo de políticos de centroizquierda. Lo hizo con total reserva: la idea era que los convocados pudieran conversar distendidamente y en extenso con Andrés Velasco, quien unos meses antes había manifestado su interés en ser candidato presidencial. A su vez, el ex ministro de Hacienda quería escuchar de los comensales las distintas visiones que ellos tenían del país. Ahí estaban el ex asesor de Michelle Bachelet, Francisco Javier Díaz; el sociólogo Carlos Catalán, el abogado Gonzalo Cubillos; los DC Jorge Burgos y Mariana Aylwin y la PPD Pilar Armanet. La comida se extendió por cerca de cuatro horas y allí se ahondó sobre la situación política de Chile y se esbozaron las primeras líneas de cómo debía ser una eventual campaña de Velasco.
Entre quienes participaron de esa reunión se encontraba un invitado inesperado: el ex presidente de la CPC, Rafael Guilisasti.
No fue su primer encuentro con Velasco. Desde octubre pasado, el ex timonel de los empresarios se ha reunido -en forma privada- en al menos cuatro oportunidades con el ex ministro, y la suya se ha transformado en una opinión importante en las definiciones que está tomando el economista. Le da consejos y su punto de vista sobre temas específicos: conversan de pobreza, empleo y sobre todo de cómo atraer al mundo profesional joven para renovar la política.
Guilisasti les ha comentado a sus más cercanos que "no hay que quedarse impávidos frente a los movimientos que están ocurriendo al interior de la Concertación". Les ha señalado que esa coalición ya no es una sola, y que por ello sintoniza con Velasco en la idea de crear un centro nuevo, que apunte a los profesionales liberales y progresistas y que capte otras sensibilidades, como por ejemplo la de quienes se adhieren a la Fundación Iguales -en la cual el economista participa-, además de acercarse a sectores como la comunidad judía.
El vínculo con Guilisasti es estratégico para Velasco: es el puente ideal para llegar a los gremios, entender cómo funcionan y qué esperan de su eventual gobierno. Además, el miembro de la familia propietaria de Concha y Toro le permite una llegada expedita al mundo empresarial. "Es su gancho de entrada a todos esos sectores", dice un dirigente empresarial.
Aunque aún no tiene una responsabilidad concreta en su campaña, cercanos a Guilisasti dicen que "por ahora, él se apuntaría con Velasco". En todo caso, el empresario ha comentado que su interés va más allá de una candidatura en particular y que lo motiva su preocupación por el país. De hecho, es miembro del directorio de Chile Transparente y, hace un mes, el presidente Sebastián Piñera lo integró al consejo directivo de Corfo. Por otra parte, desde julio pasado se reúne, una vez por mes, con un grupo de profesionales: abogados y economistas, varios de ellos ligados a la Concertación. "Para tomar el pulso de la política y la contingencia", dice uno de los asistentes a estas tertulias, que incluyen a Jorge Marshall, Alejandro Micco, Cristóbal Huneeus, Alejandro Alarcón, René Muga y Joaquín Villarino, los tres primeros reconocidamente cercanos a Velasco.
El peso de Guilisasti
Guilisasti es un hombre afín a la centroderecha, pero sus inicios en la arena política, en los 70, están en el MAPU. Allí estrechó lazos con los PS Jaime Gazmuri, José Miguel Insulza y José Antonio Viera-Gallo. Entonces, además, conoció a Jorge Marshall, el economista que junto a Velasco formó Expansiva y quien hoy es director de Viñedos Emiliana, la empresa que Guilisasti preside.
Desde octubre pasado, Guilisasti se ha reunido -en forma privada- en al menos cuatro oportunidades con Velasco. La suya se ha transformado en una opinión importante en las definiciones que está tomando el economista.
Durante el gobierno anterior -siendo presidente de la CPC- creó lazos con Michelle Bachelet. Fue en ese periodo cuando Guilisasti cultivó una buena relación con Velasco, mientras éste era ministro de Hacienda. Un hito en el acercamiento de ambos fue cuando junto a la CUT lograron un acuerdo tripartito para enfrentar la crisis económica, utilizando una adaptación del mecanismo de seguro de desempleo.
Esta sintonía surgida en el pasado ha agilizado hoy las cosas: desde que Velasco anunció su interés por la carrera a La Moneda, las conversaciones entre ellos han sido fluidas. Cercanos al candidato miran con buenos ojos la participación de Guilisasti: en el futuro podría ayudar a conseguir fondos e incluso aportar con recursos propios, aunque es un tema que aún no se ha abordado. Mientras tanto, consideran que es ideal tenerlo cerca. "Es catalogado como un gran articulador político. Un hombre a quien no le interesa la primera fila, pero que es capaz de aunar voluntades: una persona que congrega a gente de diversos sectores y que entiende sobre el Estado y el poder", dice una persona que lo conoce bien y que es parte del círculo cercano a Velasco.
El viernes 6 de enero, alrededor de las cinco de la tarde, cuando finalizaba el más reciente de los encuentros entre Velasco y Guilisasti -realizado en un café en Isidora Goyenechea-, ambos se cruzaron fortuitamente con Claudio Orrego, otro de los eventuales candidatos de la Concertación a la presidencia. Si bien algunos especulaban que el empresario podría alinearse al alcalde de Peñalolén, el encuentro despejó las dudas.
Cercanos a Velasco afirman que una de las inquietudes que expresó el ex CPC, en conjunto con Juan José Santa Cruz -otro de los articuladores de su campaña-, fue que para acceder a participar en una eventual carrera presidencial, el economista debía comprometerse a llegar al menos a las primarias. "Ambos necesitaban saber la profundidad que tenía su candidatura. No estaban dispuestos a asumir los costos sin un total compromiso de su parte", explican.
La afinidad entre ambos también se ha visto en eventos públicos, como el lanzamiento del libro Contra la desigualdad de Velasco y Cristóbal Huneeus, al que Guilisasti asistió el 1 de diciembre. Dicen que comparte plenamente el diagnóstico y las soluciones que el ex ministro propone para enfrentar la pobreza.
Los puentes hacia la derecha
El jueves 5 de enero, Andrés Velasco se reunió con un importante grupo de empresarios. Si bien Rafael Guilisasti esta vez no participó, un cercano al ex ministro de Hacienda afirma que el ex CPC alentó a otros para que asistieran a esta comida, organizada por el empresario Tim Purcell, compañero de curso de Velasco en el colegio The Grange.
Dicen que hasta su casa en Lo Curro llegó Carlos Ingham, socio de Purcell en el fondo Linzor Capital, además de otros hombres de negocios ligados a la derecha, que no necesariamente votarían por él, pero están abiertos a escuchar otras opciones. Especialmente porque consideran que varios de los posibles presidenciables de su sector han abandonado el buen manejo de la economía. "Si las alternativas de Pablo Longueira o Evelyn Matthei se imponen, varios empresarios verían con buenos ojos la opción de Velasco, por considerar populistas a los candidatos de derecha", dice un dirigente de la Alianza.
Velasco extiende sus redes
En la comida, Velasco habló de su mirada económica actual y de la discusión tributaria. Uno de los presentes calificó sus posturas como "moderadas". Dicen que en ningún momento se habló de apoyo financiero a su campaña, sino que más bien ésta fue una reunión para generar vínculos. Por ello, tras la comida, todos los comensales llegaron a un acuerdo explícito: ninguno de ellos podía revelar el contenido de las conversaciones ni quién había asistido.
El "coqueteo" con este sector ha ido más allá: en estos meses Velasco se reunió con los socios de Penta Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, con quienes conversó acerca de la Concertación y de su candidatura: les aseguró que estaba firme en carrera. En el entorno de los empresarios dicen que lo ven como "la mejor carta de la centroizquierda".
Además, Velasco se ha encontrado en reuniones sociales con el socio de Celfin Jorge Errázuriz, con quien también ha discutido sobre política. Aunque conversan y ambos son miembros del consejo consultivo de la Fundación Iguales, este último ha dejado claro que a la hora de votar él se cuadra con la centroderecha liberal.
Un think tank de centroizquierda
Los movimientos de Andrés Velasco también se han extendido dentro de su propio sector. Por estos días, el ex ministro de Hacienda participa junto con el ex presidente del Banco Central José de Gregorio y el economista Eduardo Engel -quien dejó Estados Unidos para establecerse en la Facultad de Economía de la Universidad de Chile- en la creación de un nuevo think tank de centroizquierda. Esta nueva red de pensamiento está conformada por otros 15 destacados académicos, quienes intentarán influir en la visión país, a través de la generación de nuevos contenidos y políticas públicas, además de ser una plataforma para rebatir las propuestas de las demás fuerzas políticas.
Algunos de sus integrantes han señalado que la iniciativa pretende reunir a personas liberales en lo valórico y pragmáticas en lo económico. Ellos han definido esta nueva iniciativa como un proyecto ambicioso que buscará transformarse en una especie de Libertad y Desarrollo de la Concertación. Si bien Andrés Velasco es uno de los fundadores de este proyecto, otro de sus integrantes es categórico en señalar que el nuevo referente no se relaciona directamente con la campaña, porque no todos sus miembros se cuadran con el ex ministro.
Por estos días, Andrés Velasco participa junto con el ex presidente del Banco Central José de Gregorio y el economista Eduardo Engel en la creación de un nuevo think tank de centroizquierda.
La relación de De Gregorio con Velasco ha sido siempre cercana. El 6 de enero pasado, el ex ministro fue uno de los tres oradores en el almuerzo que varios de sus cercanos le organizaron en el restaurante Don Carlos para despedirlo del Central. Allí estaban, entre otros, Máximo Pacheco, Eduardo Engel, Jorge Awad, Jaime Gazmuri, Ricardo Solari y Javier Etcheberry. En todo caso, desde el entorno de De Gregorio dicen que aunque le tiene confianza y aprecio a Velasco, aún no ha definido públicamente a quién apoyará.
Sin partido
La relación del ex ministro con el mundo concertacionista se ha fortalecido en el último tiempo. Prueba de esto es el acercamiento que ha tenido con Giro País, una plataforma conformada por profesionales independientes y militantes DC y cuya cabeza es Juan José Santa Cruz. La relación, de hecho, ha sido permanente durante los últimos tres meses, y clave para comenzar a estructurar su campaña: al no ser militante de ningún partido, Velasco no cuenta con una estructura ni red de respaldo. De ahí que el trabajo con este grupo haya sido tan intenso.
En todo caso, el primer contacto con el empresario DC ocurrió a comienzos del 2011, cuando Santa Cruz llamó a Velasco para mostrarle la última encuesta que Giro País había realizado: la percepción que había sobre él era positiva.
En octubre pasado varios de los miembros de esa colectividad se reunieron para comenzar a estructurar una eventual campaña. Allí estaban la directora de Giro País, Mariana Aylwin, y varios de sus integrantes: el economista Eduardo Engel, el abogado Luis Alberto Aninat, el académico de la Escuela de Administración de la PUC, Carlos Portales, y Gonzalo Cubillos, además de Francisco Javier Díaz. Varios de ellos tuvieron una nueva reunión, la semana pasada, en la casa de Velasco. La idea que se planteó es que cada uno de ellos busque adeptos entre sus cercanos ligados a la derecha.
Ya hay varios colaborando en la agenda del economista. Además de Francisco Javier Díaz, a quien Velasco ha calificado como su mano derecha, se suman Luis Felipe Céspedes, Juan Luis Monsalves y Pablo Halpern, quien mantiene una fluida relación con su amigo desde Washington. El objetivo de todos ellos es llegar bien preparados para la campaña que se lanzará en marzo.