Por Josefina Ríos Marzo 22, 2012

A través de sus columnas, el abogado y ex canciller Hernán Felipe Errázuriz las ha emprendido con dureza contra el gobierno, algunos parlamentarios y ONGs por lo que él llama una "embestida en contra de la autonomía y la libertad de las personas", sobre todo en el ámbito de la salud pública. Así, y en oposición a una amplia mayoría, ha fustigado las actuales normativas sobre consumo de alcohol y tabaco, del mismo modo que ha encendido la alarma para oponerse a una nueva ley que busca regular la ingesta de ciertos alimentos. 

"Estoy convencido que no basta con sólo defender las libertades económicas", asegura desde su oficina mientras fuma un cigarrillo tras otro. Y agrega con firmeza: "Lo que estamos viendo hoy de parte de las autoridades llega al delirio. Como ciudadanos nos corresponde mostrar nuestros puntos de vista y nuestro desacuerdo, aunque resulte políticamente incorrecto". Fundador y miembro del consejo de Libertad y Desarrollo, Errázuriz va un paso más allá y define sus posiciones en las discusiones valóricas del momento.

- El gobierno de Piñera ha buscado regular conductas, sobre todo aquellas del ámbito de la salud, como el alcohol, el consumo de tabaco y restricciones a ciertos alimentos. ¿Cómo explica que un gobierno de derecha que enarbola las banderas de la libertad opte por esa senda? 

- Creo que aquí hay de todo, sanos propósitos y también esnobismo, ignorancia, populismo, paternalismo, hasta siutiquería, de puramente copiar  y de mala manera, en  forma extrema algunas políticas públicas colectivistas que vienen del extranjero. También hay poca racionalidad en los argumentos y mucho silencio por parte de los  parlamentarios. Cuando en los debates un honorable boga por estas restricciones, aduciendo una resolución de la OMS o menciona encuestas, resulta que todos asumen ese dato como verdad absoluta o se sienten apabullados , pero seguramente el antecedente  tiene sus matices o es manipulado. Es la omnipotencia de la tolerancia cero, la máxima intolerancia cavernaria. Hay un vértigo por prohibir y se cree que con estas limitaciones parecemos un país desarrollado, pero eso lo hacen muchas veces a partir de la repetición, la ignorancia y la falta de coraje para defender las ideas y la autonomía de las personas.

- Pero este tema no tiene que ver sólo con los parlamentarios. El propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha sido un gran defensor de estas políticas.

"Hay un vértigo por prohibir y se cree que con estas limitaciones parecemos un país desarrollado, pero eso lo hacen muchas veces a partir de la repetición, la ignorancia y la falta de coraje para defender las ideas". 

-Y yo no quiero seguir la dieta del ministro Mañalich ni la del senador Girardi, no son especialmente atractivos ni tengo por qué seguir sus hábitos. Tampoco los de Evo Morales, que sostiene que los pollos producen desviaciones sexuales porque están cargados de hormonas femeninas. Ahora, también hay otros intereses, como los de algunos empresarios que se benefician de las restricciones, otros son oficialistas y algunos prefieren ceder en algunos puntos y agotar la discusión aquí y acotar, así, el riesgo. En fin, aquí no todo tiene el fundamento científico o valórico que debería tener. Acá hay muchos intereses creados.

- Pero está comprobado que el cigarrillo no sólo afecta a quien lo consume, sino que también a aquellos que están a su alrededor. Entonces también hay una intención de regular a favor de la comunidad.

- Estoy de acuerdo con eso y por eso yo no me siento un libertario, a quienes, en todo caso, respeto más que a los prohibicionistas. Pero cuando empiezan que no se puede fumar en una terraza, en los parques o en sitios aislados para fumadores, ¿cuál es el argumento? ¿quién es el tercero dañado? Por supuesto que antes de encender un cigarrillo hay que preguntarles a los presentes si les molesta, debemos respetar las normas de urbanidad y las básicas de salud, pero lo que vemos hoy llega prácticamente al delirio.

- ¿Entonces detrás de estas políticas impulsadas por el gobierno habría a su juicio cierto populismo?

- Se presume equivocadamente que las prohibiciones son parte de la modernidad. Pero yo pienso que es al revés: con toda esta regulación estamos volviendo a la época la Inquisición. Además, vamos camino a ser un país cada día más aburrido. Las mujeres que fuman y que se toman sus tragos son alegres y entretenidas. Las vamos a perder.

- ¿Qué le parece que toda esta discusión se dé en un gobierno de derecha?

- Es decepcionante. Voté por Sebastián Piñera y en estas materias estoy desalentado. Y no sólo del presidente, también de la derecha chilena en general, la cual no ha sabido encontrar el camino correcto para tratar estos temas y se ha sumado a la posición de sectores de la izquierda. Estas leyes no mejoran la salud pública ni hacen que los ciudadanos sean más responsables. Las restricciones a la producción, venta y consumo de ciertos alimentos para combatir la obesidad son mucho más ineficientes que permitir que las isapres devuelvan cierto porcentaje de las consultas a los nutricionistas, cuestión que hoy no pasa. Si quieren hacer políticas de salud, háganlas con los instrumentos idóneos y con la educación y no prohibiendo. Tal es el desprecio por la libertad, que se imponen las mismas normas a los adultos que a los menores. Las autoridades creen que la gente es más ignorante e inmadura de lo que es: hay un cierto grado de paternalismo en este tema, pero también hay intolerancia irracional y signos de opresión.

"Estamos volviendo a la época de la inquisición"

- ¿Se siente perseguido?

- En el consumo de cigarrillos me siento perseguido y también me siento incómodo y no  debería ser así. Tampoco debería estar expuesto a ser esposado por haber consumido dos vasos de vino. Yo tomo responsablemente y fumo cuando puedo hacerlo, y si en un lugar no está permitido simplemente no entro a ese lugar, si alguien me invita y no dispone de un sitio para fumar le agradezco la invitación, no asisto o le advierto que me retiraré a fumar dentro de un tiempo razonable.

No al aborto

- Su amigo Álvaro Bardón era partidario de despenalizar el consumo de drogas blandas y su comercialización, entre otras cosas para que esta actividad pagara impuestos. ¿Está usted de acuerdo con implementar estas medidas?

- La lucha convencional contra las drogas ha fracasado y  hay que cambiar de estrategia. Hoy son pocos los que creen que las políticas antidrogas imperantes en el mundo, basadas en la persecución y sanción en términos absolutos sean sostenibles en el tiempo. No soy partidario de la legalización indiscriminada, pero sí de que la estrategia se dirija a perseguir a los narcotraficantes y  distribuidores de las drogas duras, educar a los consumidores y rehabilitar a los drogadictos. Con los sistemas actuales se está beneficiando y enriqueciendo a los narcotraficantes y aumentando la violencia y el poder de las bandas criminales.

- Usted ha dicho públicamente que apoya el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP). ¿Qué le parece el matrimonio homosexual?

- La sociedad evoluciona y hay que considerar el tema. Estoy abierto a buscar fórmulas aceptables y no me choca. 

- ¿Y qué opina sobre la adopción de niños por parte de parejas homosexuales?

- No hay que presumir que el padre o la madre adoptiva sea abusadora. El sistema debería ofrecer las garantías para que ello no ocurra.

"Son pocos los que creen que las políticas antidrogas imperantes en el mundo, basadas en la persecución y sanción en términos absolutos sean sostenibles en el tiempo".

- ¿Cuál es su posición sobre el aborto?

- Soy contrario al aborto. Ahí hay un límite claro, están los derechos del que está por nacer y está la responsabilidad de la madre por esa vida aun cuando signifique riesgos o no sea deseada.

Derechistas antisistémicos

- ¿Por qué cree que la gente liberal y de derecha por lo general prefiere no hablar públicamente de estos temas?

- Retrógrados y sectarios hay en todos lados. La sociedad o el entorno tiende a considerar a esas personas como irresponsables o fuera del sistema. En cuanto a la derecha, es partidaria del orden, y para sus sectores más extremos, los liberales pasan a ser antisistémicos y desconfiables. No pasaría mucho si ese sentimiento quedara ahí, pero resulta que los prejuicios  a veces los usan para descalificar y discriminar a los hijos de aquellos que se alejan del molde y entonces éstos terminan pagando las cuentas de esos padres "antisistémicos". Es muy retrógrado todo esto.

- Usted es miembro del directorio de Libertad y Desarrollo, think tank que se ha caracterizado por la defensa de la libertad. ¿Cree que un tema pendiente de LyD es involucrarse en aquellos temas donde la libertad se pueda ver amenazada más allá del área económica?

- Uno de los principales motivos por los cuales fue creado LyD fue para defender la libertad económica, que ha sido básica para ampliar las oportunidades de la población, disminuir la pobreza y aumentar el crecimiento de Chile. En la defensa y promoción de la libertad económica hay unanimidad dentro del directorio. En temas valóricos, hay matices y pensamientos distintos, creo que para nosotros va a ser más difícil llegar a consensos en esas materias. Pero en LyD conviven los matices en completa libertad.

- ¿Pero personalmente le gustaría que el debate frente a estos temas se abriera en LyD?

- Por supuesto que sí.

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